El PP acusó ayer al Gobierno de Melilla de “engañar” al sector de la hostelería “prometiéndole ayudas ficticias” por el cierre ordenado el pasado 14 de octubre, y le ha instado a que se haga cargo de manera urgente de determinados gastos a los que tienen que seguir haciendo frente estas empresas pese a su cierre. En declaraciones a los periodistas, el secretario general del PP de Melilla, Miguel Marín, se refirió así a los gastos de alquiler, cuota de autónomos, factura del suministro eléctrico, seguros sociales o impuestos municipales, que a su juicio deben ser abonados por la Ciudad Autónoma “de manera inmediata y urgente”.
Según Marín, si el Gobierno regional especial “ocho, diez o doce meses” en ayudar a los empresarios afectados por el cierre a afrontar esos gastos, muchos de ellos “no aguantarán y tendrán que cerrar sus negocios”, lo que conllevará el despido de “muchísimos trabajadores” en la ciudad.
El dirigente popular recordó que el sector de la hostelería es “importantísimo para Melilla” y de él dependen cientos de familias, ya que miles de trabajadores forman parte de él de manera directa o indirecta.
“A cal y canto”
Por ello, el PP les quiso transmitir su apoyo y ánimo “para que puedan superar lo antes posible esta crítica situación, derivada de una gestión totalmente desastrosa del actual Gobierno de la ciudad”.
Así, Marín recordó que el Ejecutivo melillense “cerró a cal y canto” la hostelería “sin un estudio técnico que avalara la decisión” y, además, en un momento en el que no había locales cerrados por contagios de coronavirus.
El secretario general del PP contrapuso la medida adoptada en Melilla con la postura del Gobierno de la Comunidad de Madrid, que “es un ejemplo de cómo se deben hacer las cosas” porque “en una situación crítica, mantuvo su restauración abierta y aún continúa abierta”, aunque ha tomado medidas que han permitido reducir el número de contagios en las últimas semanas.
“En Melilla han hecho lo contrario”, lamentó Marín para denunciar públicamente que no se ha adoptado ninguna medida y el Gobierno melillense “optó por cerrar directamente toda la hostelería y restauración” pero, “no conforme con cerrarles los negocios, además les engaña prometiéndoles ayudas ficticias”, como a su juicio se ha podido ver estas semanas.
“Derroche de dinero público”
Miguel Marín fue especialmente crítico con el Ejecutivo melillense porque cree que, en lugar de ayudar al sector de la hostelería, ha destinado una importante cantidad de dinero público a otras cuestiones “que no tienen que ver con el coronavirus ni ayudar a las empresas de Melilla”.
Entre ellas, se refirió al centro de menores en Rostrogordo “que se han inventado” y que ha supuesto 3 millones de euros, los “cientos de miles de euros en un nuevo CETI en la Plaza de Toros” y “decenas de miles de euros en un centro covid para inmigrantes en los Altos del Real”.
También incluyó en su repaso los “más de 3,5 millones de euros en colocar a 120 trabajadores en la empresa de limpieza” o “cientos de miles de euros en obras innecesarias en el cuartel de Santiago”.
Todo ello, a juicio de Marín, supone “dilapidar y derrochar dinero público” por parte del Gobierno de Melilla, al mismo tiempo que “deja tirado a todo el sector de la hostelería”, algo que considera “inadmisible”, de ahí que insistiera en su mensaje de ánimo al sector hostelero “para que siguen adelante e intenten paliar la desastrosa gestión que el Gobierno está llevando”.
