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Los hosteleros, tras una nueva caravana, se preguntan con qué cifra real de contagios se obligó en octubre al cierre de sus locales

Concentración en la plaza de España

Pasadas las siete de la tarde se iniciaba ayer, en la rotonda del Barrio Chino, una nueva y multitudinaria caravana automovilística en apoyo al sector de la hostelería melillense que se mantiene cerrada desde el pasado mes de octubre y que pide “respeto y sensibilidad” a las autoridades para reabrir sus negocios, cumpliendo las medidas que sean necesarias, según Chakib Mohamed, presidente de la Asociación de Hosteleros. También les urgen las ayudas prometidas por la Ciudad Autónoma porque han tenido que hacer frente a los pagos de nóminas sin haber tenido ingresos. En declaraciones a la prensa, Chakib Mohamed dejó de manifiesto que los empresarios del sector de hostelería continuarán con sus movilizaciones y afirma, a la vista del número de vehículos que tomaron parte en la caravana de ayer, “cada vez hay más gente” que les apoya.

Tras la concentración del viernes, que derivó en un corte de carretera y protestas delante del Palacio de la Asamblea, el presidente de la Asociación de Hostelería que se intentó “no interferir en el normal funcionamiento de la Ciudad, pero queremos que nos escuchen”, afirmó Mohamed, que recordó que estas movilizaciones van en contra del cierre.

Cierre irresponsable
“Nos han cerrado de forma irresponsable y no sabemos cuándo vamos a abrir, y el paquete de ayudas, ni está cuantificado, ni se ha publicado en el Boletín Oficial de la Ciudad, ni se conocen tampoco los plazos” en los que la Ciudad pretende abonar estas subvenciones, se lamentó.

Chakib Mohamed asegura que ellos no persiguen las ayudas económicas, sino que lo que buscan es “abrir nuestros negocios” y critica que se haya adoptado la medida del cierre “sin un criterio común al del resto del territorio nacional, porque había otras medidas” y señala que se podía haber seguido el ejemplo de Madrid de apertura controlada y no el de Cataluña, del cierre total.

El presidente de la Asociación mostró su alegría porque cerca de 500 personas hayan superado el covid según los datos publicados ayer, y confía que esta sea la tónica y pronto “podamos salir de la pandemia”, pero dado que entre esos curados en un solo día se incluyen cifras del mes de julio, se pregunta con qué cifra real de contagios se obligó en octubre al cierre de la hostelería, si en vez los 684 de aquel momento no serían menos de 200. “Ese criterio se tiene que explicar y hay que dirimir responsabilidades”, afirma.

El sector de hostelería continuará con sus movilizaciones “con sensatez, con cordura y con responsabilidad, pero también pedimos esa responsabilidad al gobierno, que se sensibilice con nosotros, porque no queremos estar aquí manifestándonos, sino trabajar con las normas y limitaciones que sean necesarias, pero cerrar a cal y canto es una condena”, apostilla.

Según dijo, Cataluña “ha empezado un plan de desescalada, pero aquí no tenemos conocimiento de cómo se va a hacer, con qué criterios y cuándo, porque hay una descoordinación total y una falta de información y los hosteleros queremos formar parte de ese plan de desescalada de Melilla”.

Chakib Mohamed quiere dejar patente la predisposición del sector de hostelería al diálogo para que todo esto se solucione cuanto antes, de ahí que organicen movilizaciones “con criterio y sensatez”, sin las algaradas o disturbios que se están dando en otros puntos del país cuando en esas zonas los locales de hostelería sí están abiertos. “Pedimos un poco de respeto y sensibilidad hacia este sector”, rubricó.

Ayudas
Lo que les urge no ya es el pago de las subvenciones tramitadas de las líneas de ayuda una, dos y tres que con carácter general puso en marcha la Ciudad Autónoma tras el confinamiento y que se están abonando de forma escalonada desde el mes de octubre, sino que les urge son las prometidas por el cierre de estos momentos que la consejera de Hacienda prometió que se agilizarían los trámites.

Lamenta que el único sector al que se ha obligado al cierre es al de la hostelería y reitera que las ayudas deben llegar de inmediato porque los empresarios se han visto obligados a tener que abonar “de forma íntegra las nóminas a los trabajadores porque están sin cobrar los ERTE”, pero además tienen que hacer frente a los impuestos de autónomos, a los trimestrales, al pago de los alquileres y a la seguridad social.

Todo esto que asumen los empresarios sin ingresos hay que sumar los gastos de sus hogares, por lo que el endeudamiento al que se enfrenta no hace sino crecer y vaticinar que numerosos establecimientos no puedan levantar la persiana cuando termine el cierre.

La caravana, compuesta por un sinfín de vehículos, recorrió distintos barrios de la ciudad hasta llegar a la Plaza de España donde volvieron a vivirse embotellamientos frente al Palacio de la Asamblea, donde los numerosos vehículos participantes hicieron sonar sus bocinas en señal de protesta por la situación de la hostelería.

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J.A.M

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