“Nuestros ciudadanos van a empezar a huir a otros países”. “Nuestras comunicaciones marítimas y aéreas son nuestras “carreteras” con la Península y no se pueden/deben recortar”. Ejemplos de que lo que dice el titular hay muchos en la actualidad y ha habido muchos a lo largo de la historia. Actualmente hay un caso muy cercano, por ser el referente del partido de nuestro “vicepresidente del moño” (Podemos): la Venezuela de Maduro (antes Chávez); en la cual los ciudadanos a duras penas pueden comer, el Estado lo decide todo, todo es público y controlado por el “partido”, nadie sabe a dónde va el dinero del petróleo, el sector privado cada vez es más pequeño y está más controlado por el poder público, los Tribunales no son independientes, la libertad de expresión y de prensa no existe, etc… Otros ejemplos: Irán (otro referente de Pablo Iglesias, alias “el coletas”), donde se mata a los homosexuales, las mujeres están subyugadas y la pobreza es general (salvo la de algunos); Cuba (referencia de Sánchez e Iglesias), donde no hay libertad de prensa o independencia judicial, el poder público lo controla todo, casi no existe el sector privado (salvo el extranjero) y las personas viven, en su gran mayoría, muy cerca de la pobreza; la extinta URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas) fue un claro ejemplo de un país sin libertad, con un Estado mastodóntico, con una igualdad casi total en cuanto a pobreza (todos iguales y pobres, salvo los miembros del partido comunista).
Todos o casi todos los casos (Corea del Norte es otro caso sangrante) tienen o tuvieron una consecuencia común: los ciudadanos querían, y quieren, huir del país.
El sector público debería ser mucho más pequeño para no perder, poco a poco, nuestra libertad. Si todo es público, nos controlarán todo: qué televisión ver, qué prensa leer, que cosas comprar, qué hacer o no hacer, cuando salir o entrar, manejarán nuestro dinero y bienes a su antojo (si es privado, lo manejamos nosotros), nos dirán en qué idioma debemos interactuar, en resumen, seremos seres tutelados. Cuanto más decidamos nosotros y menos “papá Estado”, mejor. El Estado debe estar para controlar que no haya abusos y debe centrase en temas importantes y generales como la seguridad, la educación y las infraestructuras.
Por desgracia, nuestro actual gobierno socialista/comunista no quiere limitar el poder/injerencia del Estado, más bien lo contrario. Quieren controlar a los jueces, que el castellano deje de ser lengua vehicular en Cataluña, controlar a la Prensa (dicen, para ocultar sus verdaderas intenciones, que quieren controlar las fake news o noticias falsas), que todo el mundo esté subsidiado (así “dependen de nosotros para comer”, piensan) en vez de ayudar a que los ciudadanos salgan adelante y decidan ellos qué hacer con su dinero, etc…
Si no hacemos nada, nos va a pasar como a Venezuela, la URSS, Cuba, etc…; nuestros ciudadanos van a empezar a huir a otros países.
Para terminar, unos números del último estudio de la EPA (Encuesta de Población Activa), que impresionan y asustan: Número de personas no dependientes del sector público (suma de asalariados y autónomos): 16,64 millones. Número de personas dependientes del sector público (suma de empleados públicos, desempleados, pensionistas y perceptores de otras prestaciones): 14,10 millones.
Estos últimos datos ya asustan, pero en la próxima EPA serán peores: el número de autónomos, asalariados va a bajar de forma drástica (cierre de comercios y empresas, paso de ERTES a ERES), con lo que es muy posible que los “dependientes” pasen a ser más que los “independientes”. Esto nos va a acercar, como busca la pareja Sánchéz/Iglesias, a Venezuela y los otros casos expuestos.
Lunes a Sábado:
Las navieras reducen los trayectos por mar entre Melilla y la Península tras la prórroga de las restricciones en los viajes. Las dos navieras que comunican Melilla con la Península, Trasmediterránea y Balearia, han reducido el número de conexiones a raíz de las restricciones de viajes por el coronavirus. Ambas realizarán seis enlaces a la semana cada una, el mínimo legalmente establecido para nuestra ciudad.
Como casi siempre, salen perjudicados los melillenses por la inacción o inutilidad de nuestros gobernantes… El gobierno local y nacional se deberían haber movido para que esto no pasara (dando dinero, de forma provisional, a las navieras). Es como si se cortasen algunas de las carreteras de salida de Madrid porque, temporalmente, se usan menos por el covid. Nuestras comunicaciones marítimas y aéreas son nuestras “carreteras” con la península y no se pueden/deben recortar.
Los hosteleros acordaron retomar las protestas y el viernes pasado más de 200 se concentraron ante el Palacio de la Asamblea al grito de “dimisión” y haciendo sonar sus cacerolas. Aseguraron que: “ni los plazos ni las ayudas son las acordadas y las cuantías resultan hasta ofensivas” y “exigimos inmediatez en la resolución de las ayudas y previsiones para abrir nuestros negocios cerrados de manera arbitraria e indiscriminada el 17 de octubre”.
Más de lo mismo: no se cumple lo que se promete, se hacen las cosas sin un plan (cierre sin que exista una razón/prueba epidemiológica). Tienen mucha razón los hosteleros en estar enfadados/indignados y no les han dejado otra opción que la de manifestarse.
El sábado pasado dos individuos armados (al parecer llevaban un cuchillo y una pistola) atracaron a plena luz del día una gasolinera de la calle General Astilleros y obligaron al dependiente a darles el dinero de la caja. Los autores iban con gorra y con la cara tapada con las mascarillas. Ambos, según se pudo ver en el vídeo grabado por la cámara de seguridad del establecimiento, eran de corta estatura, lo que podría indicar que eran menores. Se encuentran en busca y captura para su detención.
Es el problema del “efecto llamada” del dúo Sánchéz/Iglesias, de la falta de trabajo, de los inmigrantes encerrados en centros de acogida y de los “menas”. Los menores tienen un problema añadido (es posible que los atracadores lo fueran): no tienen responsabilidad penal y ellos lo saben y aprovechan.
