Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

La Semana

La inseguridad social de nuestra Seguridad Social. La sanidad gratuita para todos es algo que no se puede mantener.

Se vanaglorian muchos de nuestros políticos gobernantes social-comunistas de la “maravillosa” sanidad pública que tenemos, pero, leyendo un artículo de Francisco Rubiales (en la web: www.votoenblanco.com), titulado “ La dura verdad sobre una sanidad pública española destrozada por los políticos”, no parece que sea tan maravillosa. El artículo, fechado el 20 de marzo de 2020, decía, entre otras cosas, que: “la crisis del coronavirus ha pillado al sistema sanitario español en franca decadencia y mal dotado de recursos” o que tenemos “una sanidad cuyos profesionales no tienen mascarillas y deben usar bolsas de basura y guantes para protegerse, que ha dejado morir a los mayores porque no hay respiradores suficientes”. En meses posteriores, como todos hemos podido ir viendo, ha habido, y hay, otras carencias: falta de camas UCI, escasez de enfermeros/as (que no se vayan a ofender los políticos y políticas), número ridículo de rastreadores, falta de controles en puertos y aeropuertos, centros de atención primaria desbordados, etc.

Un dato que nos ayuda a comprender por qué no hay dinero para la sanidad: en España hay 350.000 políticos que cobran del Estado y tenemos más coches oficiales que Europa y Estados Unidos juntos. Dirán, con la total falta de vergüenza habitual, que están creando puestos de trabajo…. (de chóferes, en este caso).

En la situación actual, la sanidad pública gratuita para todos no se puede sostener, y además realmente no es gratuita. El principal problema viene de la fuente de la que se nutre la Seguridad Social, que son las cotizaciones que pagan las empresas y trabajadores. Las empresas pagan, aproximadamente, un 32 % sobre el salario bruto, los trabajadores asalariados entre un 1,5 y un 5% y los autónomos (salvo los periodos subvencionados) un mínimo, aproximado, de 300 €/mes. Con estas aportaciones, que ahogan especialmente a las empresas y que conforme siga subiendo el paro (situación muy probable en los próximos meses) supondrán unos ingresos menores para el Estado, se debe pagar a los pensionistas, a los parados y sufragar los costes de la sanidad gratuita para todos.

La solución lógica, que seguramente no será la que adopte nuestro gobierno (más bien subirá la presión sobre las empresas y los impuestos indirectos que gravan, sobre todo, a las clases medias y bajas) sería: 1) bajar las cotizaciones a las empresas (por ejemplo al 20%); 2) que el empresario no tenga que indemnizar a los trabajadores en caso de despido (que sea el Estado, para los despidos improcedentes y previo análisis, quien lo haga); 3) que la sanidad no sea gratuita para todos (los funcionarios, que tienen su propia sanidad privada y los que tengan rentas altas- por ejemplo, más de 40.000 €/anuales, deberían pagar algo por consulta y operación).

Con estas medidas se conseguirían varias cosas, todas buenas: 1) el empresario contratará a más gente (con lo que bajará el paro y subirá el número de cotizantes y, como consecuencia, la recaudación de la Seguridad Social) al no tener el miedo de tener que cerrar por los costes de despido de trabajadores, e incluso podría pagar algo más a sus trabajadores; 2) los trabajadores (especialmente los que hacen bien su trabajo) podrán cobrar un poco más y, en caso de despido improcedente, no tendrían que ir a juicio para cobrar una indemnización; 3) la Seguridad Social, al aumentar el número de contratados (aunque recaude menos por persona) y bajar el coste de la sanidad (se obtendrán nuevos ingresos provenientes de las personas que deban pagar y habría menos presión hospitalaria en los hospitales y centros de salud públicos, al utilizar éstas sus seguros privados), recaudaría más y podría mantener el actual sistema de pensiones sin tener que tomar nuevas medidas que sigan perjudicando a los pensionistas.

El Pacto de Toledo se volvió a reunir la semana pasada y están preparando un nuevo hachazo que sufrirán los contribuyentes, cotizantes y futuros jubilados. Un pequeño resumen de la evolución de las decisiones de los últimos 30 años hace que nos pongamos a temblar: se pasó de exigir 10 años de cotización para cobrar el 100 % de la pensión a exigir 37 años; de calcular la pensión teniendo en cuenta los 2 últimos años cotizados a hacerlo considerando los últimos 25 (y subiendo); de cifrar la edad de jubilación en 65 años a situarla en los 67 (y también subiendo).

Los futuros jubilados, salvo que lleven más de 37 años trabajando en una multinacional y cobrando un sueldazo, van a cobrar mucho menos y van a tener que trabajar hasta la extenuación (física y mental) si quieren cobrar algo. Menos gastos estúpidos, menos políticos, menos protección para el “coletas”, menos coches oficiales, menos querer quitar la enseñanza concertada (que ahorra mucho dinero al Estado) y más pensar en que, a determinada edad (los 65 años no se deberían sobrepasar, salvo que uno quiera), nuestros mayores se merecen descansar y disfrutar, mientras les deje la salud, de la vida con un sueldo digno que ellos han pagado con creces.

Lunes a sábado:

Como estoy harto del coronavirus que todo lo invade (también los medios de comunicación), sólo quiero destacar, porque me parece muy importante, que termine, por fin, una medida injusta, injustificable e injustificada (el consejero de Salud Pública, o quién se lo ordenase, quizá lo haga algún día): el cierre de la hostelería en Melilla.

Hoy lunes ya podrán abrir, en horario de 7.00 a 20.00 horas y sirviendo solamente en las terrazas. La reapertura lleva aparejada una modificación del régimen sancionador por parte de la Ciudad Autónoma, que establece la posibilidad de cerrar un mes e imponer multas de hasta 600.000 euros a los establecimientos que incurran en una falta grave por incumplimiento de las medidas adoptadas.

Más vale tarde que nunca, pero la pregunta que nos podemos hacer es: ¿Por qué no sé modificó antes el régimen sancionador y se permitió que los locales siguiesen abiertos?

“La sanidad pública gratuita para todos no se puede sostener”.

“Los futuros jubilados van a cobrar mucho menos y van a tener que trabajar hasta la extenuación (física y mental) si quieren cobrar algo.”.

J.B.

Loading

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€