Un juzgado de Melilla ha decidido archivar la denuncia que había interpuesto el Partido Popular (PP) contra el presidente de la Ciudad, Eduardo de Castro, por presunta prevaricación administrativa, tras acusarlo de haber adoptado una serie de decisiones sin que su nombramiento como presidente se publicara en el Boletín Oficial del Estado (BOE), según han informado a este periódico.
Sin ser presidente aún oficialmente, De Castro impidió a trabajadores eventuales del Gobierno ir a sus puestos de trabajo, e impidió el acceso a los consejeros y viceconsejeros en funciones acudir a sus despachos, “a los que cesó ilegalmente saltándose todo lo que viene en el Estatuto y en los reglamentos” subrayaban los denunciantes.
Sin embargo, el juez no ve probado la comisión del delito y por tanto ordena el archivo provisional de la querella, una decisión que podrá ser recurrida por los populares.
Esta era una de las principales bazas del PP para lograr la separación por la vía judicial de Eduardo de Castro del cargo de presidente de la Ciudad Autónoma y su sustitución por Juan José Imbroda, motivo por el que el mandatario popular no consumó su marcha anunciada del cargo de diputado de la Asamblea en el primer pleno de la presente legislatura, en junio de 2019, permaneciendo en su escaño confiando en la vuelta a la presidencia que ocupó durante 19 años y que, al menos por la vía de la Justicia, no se va a producir.
La otra vía que le queda es la de moción de censura, pero de momento el PP de Juan José Imbroda no ha logrado los apoyos necesarios entre los diputados que conforman la Asamblea, cada vez más alejado de la CPM de Mustafa Aberchán y fracasado un primer intento de aliarse con el PSOE ante las dudas que mantiene su secretearía general, Gloria Rojas, a pesar de que se le ha llegado a ofrecer la Presidencia de la Ciudad.
En definitiva, las denuncias interpuestas hasta el momento por el PP contra Eduardo de Castro no han acabado en condena y así sus opciones de apartarlo de la vida política por esta vía se esfuman. Habrá que ver qué deciden los populares: si recurren en el archivo e intentan proseguir por ese camino, o continuar tocando otras opciones en la Asamblea ante un gobierno dividido, enfrentado muchas veces, pero que de momento no se ha roto del todo.
