El PSOE se cierra en banda a la mejora de nuestros transportes con la península. Es la conclusión a la que llegamos después de un día como el de ayer El PSOE se cierra en banda a la mejora de nuestros transportes con la península. Es la conclusión a la que llegamos después de un día como el de ayer, en el que este partido, junto con su socio de gobierno, Unidas Podemos, rechazó en el Congreso la posibilidad de aumentar en 10 millones de euros la dotación presupuestaria para las conexiones aéreas y marítimas de Melilla con la península. Un dinero que permitiría declarar servicio público las líneas aéreas de Málaga y Madrid y sacar un nuevo contrato marítimo, el que esta ciudad ha tenido siempre para sus líneas de barco de Málaga y Almería, incorporando en él, además, la de Motril, que se perdió cuando empezó la pandemia.
Esta propuesta la presentó el PP en forma de enmienda a los Presupuestos Generales del Estado de 2021, pero el PSOE la ha tumbado junto con sus socios de gobierno. ¿Por qué? Tendrán que ser los responsables de dicho partido quienes lo expliquen, pero a priori no se entiende esta postura, totalmente contradictoria con el mensaje que desde su sede del Paseo Marítimo han venido lanzando todos estos años atrás. Desde el atril, la preocupación de los socialistas por los transportes de Melilla era sublime. Otra cosa es en los sillones del ministerio gestor correspondiente, como estamos viendo.
Porque si hace unos años, cuando el PSOE insistía en la necesidad de mejorar y garantizar nuestros transportes, nos llegan a decir a los melillenses que este mismo partido nos iba a dejar meses y meses sin contrato marítimo, nadie se lo habría creído. Pues el PSOE, este PSOE, lo ha hecho. Melilla lleva desde el 30 de abril sin contrato marítimo, y cuando se le saca el tema, ya sea en ruedas de prensa o en la Asamblea, el PSOE recurre a un argumentario vacío que solo sirve para dar cuerda a la palabrería política, pero no para arreglar el problema de fondo: Melilla no tiene un contrato que garantice la prestación del servicio con unos mínimos de calidad en cuanto a precios, frecuencias y servicios adicionales, más allá de subirse a un buque y que te lleven al destino.
El PSOE eso lo sabe, pero lejos de tratar el problema con la seriedad que requiere un tema de ciudad, desvía la atención como hizo ayer en el Pleno de Control con argumentario para no dejar a la vista su falta de voluntad política. El PSOE se excusa en que estamos en una pandemia, con restricciones a la movilidad, y que nuestras conexiones con el resto del territorio nacional están garantizadas por la Constitución, la Ley de Puertos del Estado, el Real Decreto 1516/2007 y por el propio Gobierno, según Gloria Rojas. Faltaría más, porque si nos dejaran sin barco a Almería y a Málaga, que son Obligaciones de Servicio Público, entonces estarían cometiendo un delito incumpliendo todas estas leyes y normas.
Lo que se está poniendo sobre la mesa no es que nuestro transporte esté en peligro, sino la necesidad de avanzar en la calidad que hemos perdido en estos meses no solo por la pandemia, sino también por la falta de contrato marítimo. Ahora viaja mucha menos gente por las restricciones, cierto. Pero quienes lo hacen, porque no les queda más remedio, sufren un barco de 30 años de antigüedad, menos posibilidades de elegir día y horarios para viajar y precios más altos que antes, porque el PSOE, en el Gobierno, no ha adjudicado el contrato por el que tanto clamaba estando en la oposición. Ahora, dejando a Melilla 8 meses sin contrato, el PSOE está lanzando el mensaje de que no es necesario, porque las leyes ya nos garantizan la conectividad con el resto del país. O nos engañaba a los melillenses antes, cuando exigía el contrato, o nos engaña ahora, por no hacerlo. Pierde Melilla, que encima de sufrir esta situación en un tema vital como son los transportes, tiene que soportar a los responsables del partido que lo provoca más preocupados en hacer política que en remangarse para hacer algo útil.
Que el PSOE vaya con sus chascarrillos a quienes sufren el problema directamente. El presidente de la Autoridad Portuaria, nombrado con sus votos, lleva meses reclamando una solución de urgencia: “La Administración Marítima debe establecer las condiciones que garanticen la conectividad marítima de nuestra ciudad y para ello es imprescindible, mientras dure la crisis que padecemos, que llegue a algún tipo de acuerdo con las navieras, estableciendo las frecuencias mínimas en cada trayecto y las oportunas compensaciones económicas mientras”. ¿Cree el PSOE que Víctor Gamero también está alarmando a la opinión pública? Quienes la alarman son quienes no hacen nada mientras el barco se hunde.
