Las previsiones de ingresos de la campaña de Navidad no son muy halagüeñas, según señala Enrique Alcoba, presidente de la Confederación de Empresarios de Melilla (CEME), que indica que el sector comercio viene acumulando importantes pérdidas desde que se inició la pandemia que ronda el 50 por ciento de media y que en algunos sectores, en especial los comerciantes que se dedicaban a la exportación a Marruecos, supera el noventa por ciento. Afirma que es preciso adaptarse a la situación actual y apuesta porque se busquen soluciones, como lograr la reapertura de la frontera y establecer la línea marítima con Argelia. Afirmó el presidente de la CEME que la campaña de Navidad será este año “atípica”, por las especiales circunstancias que impone la pandemia, por lo que los melillenses en general, y los comerciantes en especial, “nos tendremos que amoldar a la situación actual”. En esta ocasión no se producirán las habituales aglomeraciones de ciudadanos a la hora de hacer sus compras, ni el bullicio de ciudadanos con la cabalgata de Reyes.
Obras
“Nos tendremos que adaptar a todo esto, amoldarnos a estas especiales circunstancias en las que hay que guardar las medidas de seguridad y dentro de estas restricciones, buscaremos nuevas formas de atraer a los clientes”, dijo. En este sentido señala que no pocos establecimientos, “viendo las dificultades por las que atravesamos”, han decidido mantener las ofertas de la campaña del Black Friday que empezó este viernes hasta las fiestas navideñas Será una medida que va en beneficio tanto del cliente como del propio comerciante que podrá dar salida a la mercancía y recibir unos ingresos más que necesarios.
Alcoba señala que las obras que se llevan a cabo en determinadas calles de la zona centro dificultan el tránsito de vehículos y elimina la posibilidad de disponer de zonas de aparcamiento, por lo que, sumado al ruido y al polvo, estas actuaciones “nos perjudican a todos los empresarios”. Lo positivo es que se paralizarán a partir del 21 de diciembre y que a partir del día 1 de diciembre los aparcamientos subterráneos de Isla talleres y Plaza de las Culturas serán gratuitos.
Pero entre tanto, “las obras son un trastorno porque el que vaya con su coche no puede acceder desde General Marina al centro, también están cortadas Chacel Pareja o Sidi Abdelkader y no hay zonas de aparcamiento salvo en los parkings, por lo que o te vas a los parkings subterráneos o desistes de hacer compras en el centro”. “El centro se ha convertido en una especie de ratonera y pedimos a clientes que tengan paciencia como también la intentamos tener los comercios que tenemos las obras en la misma puerta”, se lamentó.
También considera que lo acertado hubiese sido adelantar el encendido extraordinario de Navidad de las calles de la zona centro, para contribuir al ambiente festivo y animar a los clientes a la hora de realizar sus compras. Atrasarlo al 4 de diciembre no lo ve como una decisión acertada, máxime porque en otras ciudades llevan ya varias semanas operativas y en Ceuta se encendió este viernes. Aún así comprende que este retraso ha estado motivado por distintas cuestiones e imprevistos surgidos de la situación actual y la lucha contra el coronavirus.
Previsiones
Las previsiones de ingresos de la campaña de Navidad no son muy halagüeñas, según señala Enrique Alcoba, que indica que el sector comercio viene acumulando importantes pérdidas desde que se inició la pandemia. Señala que la pandemia ha venido a complicar aún más la situación de un sector que viene arrastrando “dos años malos desde el cierre fronterizo y otras dificultades y a esto se unen los dos meses cerrados por el covid, el tener que reiniciar la actividad que ha sido muy costoso, el segundo cierre de la hostelería durante un mes, y el miedo de la gente a salir de sus casas”.
Lo que ha provocado la pandemia con el confinamiento, los cierres puntuales y las restricciones de aforos y horarios, es que “tenemos un retraso importante de ventas en comparación a otros años y este 2020 va a ser difícil terminarlo” desde el punto de vista económico y “se acabará como se pueda”, de ahí que reitere que muchos comercios mantendrán, como atractivo para la clientela, los descuentos y rebajas del Black Friday, hasta después de Reyes.
Afirma qué poco más se puede hacer o innovar con las restricciones y limitaciones actuales, pero señala que poder alargar una hora más, de 20 a 21 horas, el cierre de los establecimientos, sería algo positivo, porque “los clientes no tendrían prisa para hacer sus compras”. De hecho, dijo que este viernes la afluencia de público fue importante, pero a medida que se acercaba la hora de cierre, los clientes tenían prisa y lo que podía haber sido una jornada positiva por el Black Friday se quedó a medias. Espera que con la entrada en la fase dos de desescalada que permitirá a la hostelería ampliar la hora de cierre y el aforo, tendrá una clara incidencia en el resto del sector comercial. Retrasar una hora el cierre “evitará las bullas, las prisas y el consumidor podrá realizar sus compras con más detenimiento”.
Pérdidas entre el 50 y el 90 por ciento
El presidente de la Confederación de Empresarios (CEME), afirma que en el último año las ventas en todos los sectores comerciales de la ciudad han caído entre un 20 y un 30 por ciento, y el volumen de mercancía que ha llegado a la ciudad es un 70 por ciento menos teniendo en cuenta cuestiones como el cierre fronterizo que ha provocado que las empresas que se dedicaban a este tipo de exportaciones tengan pérdidas que superan el 90 por ciento. “Creo que, entre unos y otros, el volumen medio de pérdidas en ventas se sitúa entre el 40 y el 50 por ciento con respecto a otros años, una cifra muy significativa porque es muy difícil así que muchas empresas puedan mantener los puestos de trabajo o seguir abiertas”, asegura.
Enrique Alcoba manifiesta que en la situación actual “se puede aguantar uno o dos meses, pero si esto no cambia, la cosa irá a peor”, de ahí que reitere que es necesario que se reabra la frontera “de forma fluida y segura” permitiendo la llegada del cliente de clase media marroquí, y poder poner en marcha la línea marítima que conecte la ciudad con Argelia. “Si no se vuelve a la normalidad que hemos conocido, difícilmente muchas empresas podrán seguir abiertas”, apostilla el presidente de CEME, que afirma además que las pérdidas sufridas no se podrán recuperar nunca.
Alcoba valora el volumen de ayudas de la Ciudad
El presidente de la CEME manifiesta que es justo reconocer “el esfuerzo” económico que está realizando la Ciudad Autónoma articulando un volumen de ayudas al sector empresarial que ninguna otra ciudad o comunidad ha puesto sobre la mesa. Señala que de la línea uno de ayuda “un porcentaje alto” de las 710 solicitudes de ayuda presentadas ya se han abonado, mientras que las ayudas de la línea dos se encuentran el trámite y el día 4 se abre el plazo para solicitar las ayudas de hasta mil euros por cada puesto de trabajo que se haya mantenido. Ahora falta que se ponga en marcha las ayudas anunciadas para la hostelería tras el cierre de octubre.
Afirma Alcoba que los tiempos no son iguales para la administración que para los empresarios, porque el primero debe cumplir plazos y respetar la burocracia, pero en las empresas el dinero se necesita ya. Todo esto está provocando que “haya gente que ya haya cobrado las ayudas y otros que no, y aunque se reciban estas subvenciones nunca se compensará el que se haya estado cerrado”.
Reconoce el presidente de la Confederación de Empresarios “el esfuerzo tan importante que está realizando la Ciudad Autónoma porque hay comercios que pueden sacar entre veinte mil y treinta mil euros de ayudas si reúnen todas las condiciones y aunque se abonan tarde, son ayudas importantes” en comparación a otras ciudades y comunidades autónomas que no cuentan “con estas subvenciones tan importantes, y esto es algo a valorar”.
