A las once de la mañana los jueces de Melilla, acompañados por fiscales y varios letrados, se concentraron ayer junto a las Torres V Centenario en solidaridad con la jueza agredida en Segovia, y para demandar que se invierta más en reforzar las medidas de seguridad de los edificios judiciales de todo el país. Según el juez decano, Fernando Germán, en Melilla no han llegado a producirse situaciones tan extremas. En su intervención, el juez decano agradeció a jueces y magistrados, fiscales y letrados melillenses que ayer se sumaron a la concentración convocada por todos los partidos judiciales españoles en “apoyo y solidaridad” con la jueza María Sonsoles apuñalada en Segovia a la salida del juzgado en el que ejerce “por hacer su trabajo”.
Repulsa
Fernando Germán afirmó que con este acto se busca mostrar “la más enérgica repulsa ante un hecho que socaba los pilares del estado de Derecho, porque nuestra función es juzgar y ejecutar lo juzgado, velar por el cumplimiento de la ley y garantizar los derechos de los ciudadanos”. Un hecho de estas características “lleva a que esta actividad que tenemos que desarrollar, no podamos hacerla libremente, y como decía un filósofo, si los jueces tienen miedo, ningún ciudadano podrá dormir tranquilo”, apostilló.
El juez decano reconoció que “por desgracia” esta no será la primera ni la última vez que algo así suceda y comentó que hace una semana un juez en Teruel mientras practicaba deporte fue agredido por un ciudadano que lo reconoció como el que lo había condenado días atrás, y “no son pocas las veces que jueces, fiscales y abogados somos objeto de agresiones verbales, amenazas, o sufrimos daños en nuestros bienes, por hacer nuestro trabajo”, expuso.
Como ejemplo comentó que su mujer, que también es juez, recibió una serie de anónimos amenazantes a través del correo. Afirma que nadie de los que trabajan en la justicia están libres de que “mientras vamos por la calle, alguien nos reconozca y decida arremeter contra nosotros”. Indicó al respecto que el momento en el que los magistrados y jueces son más vulnerables “porque somos más identificables” es a la salida y entrada de los edificios judiciales. “Afortunadamente en Melilla gozamos de estupendas medidas de seguridad, con la protección de la Guarida Civil y el personal de seguridad, y contamos con un arco de detección de metales,”, pero que hay otras muchas sedes judiciales en España que “no tienen las mínimas garantías, ni medios de seguridad”, como de hecho ocurre en el juzgado en el que trabaja la jueza agredida.
Llamamiento público
Por ese motivo lamentó que cuando los jueces han pedido una reserva de plazas de aparcamiento o un acceso reservado a los edificios judiciales se hayan encontrado con la “incomprensión de nuestros gobernantes que ven estas pretensiones como elitistas, cuando lo que hay en ellas es sentido común”.
Indica que estos representantes políticos deben entender que el trabajo de jueces y magistrados es el de “tomar decisiones que afectan a la vida y el patrimonio de las personas, y por sentido común, nos pueden colocar en la diana de aquellos que estén descontentos con estas decisiones”.
En relación con esta exposición pública, Fernando Germán manifestó que en Democracia “es sano y exigible la crítica a las resoluciones judiciales, pero no puede ir acompañada del señalamiento del juez o magistrado o de ataques personales” como señala ocurre en ocasiones tanto por algunos representantes públicos como por medios de comunicación.
Más protección
Indica que estas actitudes “alientan y pueden justificar en parte agresiones como las que estamos denunciando”, por eso hizo un llamamiento a los representantes públicos para que “a la hora de realizar las críticas a las resoluciones judiciales, tengan ese talante de no hacer señalamientos personales a lo sjueces”. Aprovechó la ocasión para pedir que “se invierta en más medidas de seguridad en aquellos juzgados donde no existen”, al tiempo que deseó una “pronta recuperación a la compañera agredida”.
Situaciones incómodas
A preguntas de los periodistas el juez decano explicó que no hay cifras sobre agresiones a jueces porque “no son cuestiones de las que hacemos bandera y tampoco existe un organismo oficial que recepcione este tipo de hechos”, de los que sólo se conocen a través de la prensa aquellos que “tienen la trascendencia suficiente”.
Reconoció que no ha tenido conocimiento de que en la ciudad se hayan producido situaciones de agresiones, insultos o amenazas, pero señaló que no resulta extraño que los que se dedican a cuestiones legales no hayan sido abordados en la calle, “fuera de nuestro ámbito laboral por algún justiciable porque quiere habar de un asunto”. Pero insisten, en que hasta ahora, o al menos que él tenga conocimiento, “este tipo de situaciones, que son incómodas, no han llegado a mayores y esto se reconduce diciéndole a la persona que acuda al día siguiente con su abogado para hablar de lo que sea”.
