La vicesecretaria jurídica de VOX Melilla, Juana Díaz de Villegas, ha manifestado que la inmigración “es algo enriquecedor”, siempre y cuando se produzca la adaptación al país de llegada de “manera controlada y legal”. Sin embargo, señala que en un momento de crisis sanitaria “cuya nefasta gestión ha traído consigo un desastre económico”, lo que no puede asumirse es una inmigración irregular.
Manifiesta que no puede entenderse que “mientras haya españoles e inmigrantes legales que están pasando hambre, que no están cobrando ayudas, así como pensionistas con pagas indignas que no llegan a fin de mes, se esté produciendo una entrada masiva e ilegal de varones adultos y les estemos regalando dinero y pagando hoteles por valor de 300.000 euros diarios y sin control”.
“Estamos hablando de una inmigración descontrolada, una invasión ligada al aumento de los índices de delincuencia; sin control sanitario alguno que no utilizan mascarillas porque esto no les acarrea sanción; que protesta porque su habitación no tiene vistas al mar; que amenazan con amotinarse si no se ceden a sus exigencias; y así un largo etcétera”, señala.
Por ello, la vicesecretaria jurídica cuestiona si hay quien piensa que “los alemanes o ingleses van a compartir sus hoteles con inmigrantes ilegales, o si un español se metería en una planta de hotel con su familia con cientos de varones ilegales”. Díaz de Villegas afirma que España “es nuestra casa, en la que todos vivimos y nos respetamos y en la que los inmigrantes deben ser legales y respetuosos”. “No es justo ni moralmente ético poner toda serie de trabas y de dificultades a un español o inmigrante legal para que pueda salir adelante, mientras que a los otros les viene regalado y luego pretender que la convivencia sea pacífica”, manifiesta.
VOX lamenta que esta inmigración “hace que en Melilla desemboque en hacinamientos en el CETI, en el que la posibilidad de contagio se ve incrementada, donde las condiciones sanitarias dejan mucho que desear”. “No se quedan atrás tampoco los centros de menores, ya que tanto ‘La Purísima’ como el centro de menores infractores ‘El Baluarte’ se encuentran confinados por un brote con varios positivos”.
Afirma que al permitir todo esto, no solo se fomenta que las mafias de tráfico de seres humanos “sigan actuando a sus anchas y aumentando aún más el ‘efecto llamada’, sino que además , se está yendo contra el turismo, sector clave en la economía española que ha sido machacado este último año por la gestión de la Covid-19, que afronta actualmente una crisis económica como consecuencia inmediata y al que se le destruye su recuperación futura por esta terrible gestión migratoria”.
