El viceconsejero de Recursos Hídricos, Energías Renovables y Políticas Ambientales, Francisco Vizcaíno (PSOE), presentó ayer su dimisión del cargo y como diputado de la Asamblea de Melilla, donde ejerce como portavoz del Grupo Socialista, por la polémica sobre su solicitud de una ayuda para comprar un vehículo eléctrico, de la que dijo que fue “un error”. Vizcaíno compareció en rueda de prensa junto a la secretaria general del PSOE de Melilla y vicepresidenta primera de la Ciudad Autónoma, Gloria Rojas, y ambos dejaron claro que no se ha cometido ninguna irregularidad ni delito por la solicitud de la subvención, que ascendía a 5.500 euros y fue concedida por el consejero de la misma área, Hassan Mohatar (CPM).
El ya exviceconsejero recalcó que no ha recibido ninguna subvención e insistió en que cuando se percataron de “ese error”, paralizaron el expediente e hizo un escrito de renuncia.
Como ya hizo el lunes, en su comparecencia tras estallar la polémica, reiteró que pidió la ayuda no porque necesitara ese dinero o el vehículo que había comprado, el cual puntualizó que ha pagado de su bolsillo, sino “para dar ejemplo” en su objetivo de hacer de Melilla “una ciudad más sostenible”.
Vizcaíno dijo tener la conciencia tranquila, pero no está “aferrado al cargo” y por ello, ha presentado a Rojas su dimisión como viceconsejero y le ha comunicado que dejará su acta de diputado.
Además, dejó claro que no iba a permitir que se utilizara a su persona para “hacer daño” a su familia, atacar al PSOE o “para intentar manchar el excelente trabajo que está haciendo Gloria Rojas como vicepresidenta”, así como el del resto de sus compañeros del Gobierno.
La dimisión, afirmó Francisco Vizcaíno, “siempre fue una opción que estaba encima de la mesa porque en la política, como en la vida, uno tiene que barajar todos los escenarios y actuar siempre de la forma más honrada y más honesta”, de ahí esta decisión, que es suya, “en vista de cómo están utilizando esta cuestión como ariete para atacar al PSOE y al Gobierno” regional.
Agradecimientos
En el capítulo de agradecimientos, Vizcaíno incluyó a Hassan Mohatar, quien firmó la resolución de la ayuda y cuya dimisión fue solicitada también por el PP, si bien el hasta ahora viceconsejero no se refirió a esa cuestión y únicamente dijo de él que es “un gran consejero y una gran persona”.
También dio las gracias a la propia Rojas por contar con él para incluirlo en las listas electorales y en el Ejecutivo, una etapa que dijo haberla afrontado “con la ilusión de formar parte de un Gobierno para cambiar las cosas” y hacer de Melilla “una ciudad mejor, más sostenible”, y poniendo el foco en el medio natural y la fauna.
Por último, tuvo un mensaje de gratitud para los funcionarios de la que hasta ayer fue su Viceconsejería, así como a los ciudadanos que estos días le han expresado su apoyo. A todos ellos les aseguró que seguirá trabajando por Melilla, ciudad de la que es “un defensor acérrimo”, con el objetivo de hacerla “un lugar mejor y más habitable”.
“No todo vale en política”
Vizcaíno afrontó ayer una de sus comparecencias públicas más complicadas. Con un notorio nudo en la garganta, contuvo la emoción al repasar lo que han supuesto para él y su entorno los últimos días, desde que estalló la polémica por la subvención que pidió.
“En estos días se ha producido un ensañamiento hacia mi persona, se me ha vilipendiado hasta lo indecible. Se ha hecho sufrir a mis seres queridos y allegados y no todo vale en política. Se ha intentado sentar mi pasado político cuando tenía 20 años, y se ha obviado intencionadamente los más de 42 años que llevo militando en la izquierda de Melilla y el sindicalismo de clase, siempre de forma altruista, dedicando mis horas libres”, dejó claro.
