El PP acusó ayer al consejero de Infraestructuras, Urbanismo y Deporte, Rachid Bussian, de levantar una cortina de humo acusando de delitos urbanísticos al secretario general de la formación popular y exconsejero de Fomento, Miguel Marín, unas cuestiones que “no tienen nada que ver con la realidad”. En declaraciones a los periodistas, el propio Marín afirmó que esta es la reacción de Bussian a la denuncia pública que esta semana hizo el PP respecto a los 18 contratos menores que el consejero ha adjudicado en solo 10 meses a una misma empresa, propiedad de “un compañero suyo en un equipo de fútbol”, por valor superior a 300.000 euros. Esta denuncia pública, aseveró Marín, es “un tema objetivo” y “ya se verá si es procedimiento ha sido legal o no” pero, mientras tanto, ha supuesto para Bussian “darle donde más le duele”, ya que el 20 de octubre, aseguró ante la prensa que era premisa de su consejería no repetir contratista en la adjudicación de contratos.
Frente a ello, “monta una cortina de humo haciendo descalificaciones genéricas, señalando a personas y familiares y con historias que no tienen nada que ver con la realidad para distraer de lo importante, que son esos 18 contratos menores a dedo a su compañero de un equipo de fútbol”, agregó Marín.
Fiscalía
Sobre los delitos urbanísticos de los que le acusa, Marín aclaró que la Fiscalía ha pedido información “pero no por una actuación que haya iniciado de oficio, sino por una denuncia que Bussian hace a la Fiscalía”, exponiendo “una serie de barbaridades” que “es normal que la Fiscalía pida información”.
No obstante, afirmó que, hasta ahora, nadie le ha llamado para explicar nada, en cuyo caso lo hará “encantado” para aclarar que los delitos urbanísticos de los que habla Bussian se refieren a la construcción de un vial que sirvió para que varios barrios de Melilla tuvieran dos entradas y dos salidas, algo importante para los desplazamientos de los propios vecinos y los vehículos de emergencia.
Marín recalcó que estas actuaciones estuvieron dirigidas, controladas, firmadas y supervisadas por el director general del área, de modo que no tiene ninguna preocupación al respecto, e insistió en una pregunta que ya hizo varios meses atrás a Bussian y que quedó sin respuesta, como es qué hacía en unos terrenos rústicos acompañado de un arquitecto y un promotor frente al campo de golf.
“Casualmente se estaban llevando a cabo prospecciones a través de maquinaria especializada para ello”, dijo Marín, que preguntó si lo que pretendía Bussian era construir chalets en suelo rústico. Al hilo, recordó que “recalificar terrenos rústicos a residenciales sí que puede ser un delito urbanístico”, por lo que le instó a “tener mucho cuidado con lo que pretende hacer con el PGOU”, algo sobre lo que el PP estará “muy vigilante”.
