La Autoridad Portuaria de Melilla ha propuesto la posibilidad de implantar, por primera vez, dos líneas marítimas con el vecino puerto de Beni-Enzar (Marruecos), del que le separan apenas 700 metros, para sortear las “grandes disfunciones” que ha provocado para ambos territorios el cierre de la frontera por la pandemia.
El presidente de la Autoridad Portuaria de Melilla, Víctor Gamero, explicó que el objetivo es poder implantar una línea para el transporte de mercancías, que estaría cubierta con un barco de carga de 60 metros de eslora y con doble entrada de carga rodada, que accedería al buque por una parte y saldría por otra.
La otra línea sería de pasajeros, a la que se destinaría un buque de 30 metros de eslora y con capacidad para unos 350 viajeros.
La posible implantación de esta línea está a la espera de que se pueda conseguir la necesaria autorización tanto por parte de España como de Marruecos, ya que hay una “empresa grande” española interesada en operarla y, de hecho, tendría posibilidad de destinar un barco para empezar a funcionar “en dos días”.
Gamero, que no desveló el nombre de la naviera, afirmó que podría destinar a esta conexión hispano-marroquí hasta cinco embarcaciones, en función de la necesidad y la demanda, que es lo que también determinaría el número de frecuencias y los horarios para esta línea, que funcionaría en ambos sentidos.
Según expuso, el trayecto sería de escasos minutos por estar los dos puertos distanciados a menos de un kilómetro, por lo que se tardaría más en los controles, el embarque y el desembarque que en el recorrido.
“No hay más que ventajas”
El presidente de la Autoridad Portuaria de Melilla considera que “no hay más que ventajas” en este proyecto y, además, no implicaría nada diferente al desarrollo comercial y social que había entre ambos territorios antes de la pandemia, aunque con la diferencia de que, en lugar de hacerlo a través de las fronteras terrestres, sería vía marítima.
En cualquier caso, aseveró que el intercambio comercial se desarrollaría, incluso, en mejores condiciones que en la frontera terrestre, ya que la Autoridad Portuaria de Melilla ofrecería buenas instalaciones para que se pudieran desarrollar los controles fitosanitarios y veterinarios de los productos perecederos que pudieran llegar desde Marruecos.
La intención es que Melilla pueda recuperar una importación de mercancías que antes se producía por los pasos fronterizos terrestres y que, desde su cierre el 13 de marzo por la pandemia, se ha perdido, obligando a trasladarlas desde la península, con el consiguiente encarecimiento en la cesta de la compra, además de los problemas que ha ocasionado en el caso de los áridos para las obras en ejecución.
Además, “se rebajaría la presión en la frontera” y también se podría recuperar un turismo marroquí hacia Melilla, logrando con esta línea beneficios para ambas partes, habida cuenta que los dos puertos recibirían ingresos en un momento complicado debido a la pandemia.
Así, recordó que el puerto de Melilla ha perdido el 70 % del tráfico de mercancías y de pasajeros en los últimos meses, lo que requiere buscar nuevas fórmulas para revertir la situación, una de las cuales pueden ser estas dos líneas con Marruecos, que podrían extenderse a otras zonas cercanas, como Nador y Saidía.
Línea marítima con Argelia
Otro de los proyectos que busca impulsar la Autoridad Portuaria es establecer una línea con Argelia, para lo que es necesario que el Ministerio de Asuntos Exteriores ofrezca facilidades documentales a los pasajeros procedentes de Argelia, con base en el tratado de buena vecindad que hay entre los dos países, “idéntico” al que aplica con Marruecos.
“Esperamos prontas noticias”, dijo Gamero.
