El secretario general de la UGT, Pepe Álvarez, dejó patente ayer en Melilla, en el XIII Congreso del sindicato en la ciudad, su apuesta porque el Gobierno lleve a cabo un “fortalecimiento de los servicios públicos” con más personal y medios, para responder a las necesidades que plantea la crisis, al tiempo que dejó patente su apuesta porque se derogue la reforma laboral y se apruebe una subida del salario mínimo interprofesional porque “no hay argumentos” para congelarlo. Pepe Álvarez, que afirmó tener un “vínculo muy especial con Melilla”, dijo que cuando un peninsular se acerca a la ciudad “ve hasta qué punto el vivir y trabajar aquí comporta un sacrificio adicional”, y en ese sentido quiso agradecer a Francisco Díaz, secretario general del sindicato en la ciudad, y a su equipo “la labor que realizan día a día”.
En esta línea, afirmó que es necesario que Melilla “sea consciente de que el trabajo sindical, al igual que lo que es la gestión de la administración, necesitan de un plus que no sólo se puede aportar desde las organizaciones sindicales estatales, sino también desde la propia ciudad”.
Por ese motivo afirmó que el hecho de que Melilla cuente con un “gobierno progresista” supone una “gran oportunidad” para fortalecer las organizaciones sindicales porque “haciéndolo se fortalece el bienestar de las personas que viven en Melilla, se fortalece la calidad de vida y con toda seguridad, la propia integración que tanto necesita una ciudad como Melilla”.
Afirmó que en la UGT “estamos comprometidos con Melilla y queremos un futuro para la ciudad que pasa por trabajar mucho la diversificación del tejido productivo”. El secretario general ugetista aseveró que llevan años alertando, “cuando el comercio parecía que era la única alternativa, que había que hacer algo más, y en esta maldita crisis se ha puesto de manifiesto hasta qué punto en este sector tenemos muchas fragilidades”.
Entiende que se debe aprovechar el proceso de reconstrucción actual para que tanto el Estado, como el Gobierno local “puedan hacer un esfuerzo para salir de esta crisis con más fuerza, más potencia y con sectores productivos más diversificados que puedan generar una actividad que dé estabilidad y bienestar a los melillenses”.
A nivel nacional señala que se han vivido unos meses “muy complejos, pero hemos sido capaces de poner en marcha políticas muy importantes para intentar que las personas padecieran lo menos posible durante”, aunque reconoce que “hay mucha gente que no ha recibido las ayudas”. Al respecto manifiesta que el Gobierno tiene que “hacer un esfuerzo para mejorar la gestión de la administración con más recursos y empleados públicos” al objeto de atender las necesidades de esta gestión y “dar una respuesta positiva a los ciudadanos”.
Entiende que con un reforzamiento de los servicios públicos se resolverían muchos de los problemas actuales de la administración, como que “no hay medios para resolver las solicitudes del Ingreso Mínimo Vital que se presentan”; “el colapso” de la seguridad social; las dificultades para tramitar los ERTES, y la situación del sistema sanitario y educativo que “hace aguas todos los días”.
Afirma que los fondos de reconstrucción que aportará Europa a España serán “un gran instrumento, una gran oportunidad para mejorar el tejido productivo y construir un nuevo país ecológicamente más sostenible, un país más justo en el que nadie se quede atrás y sobre todo, con un fortalecimiento de los servicios públicos”.
Tres grandes retos: reforma laboral, SMI y pensiones
En opinión del secretario general de la UGT en España, Pepe Álvarez hay tres cuestiones a resolver a nivel nacional dentro de este proceso de reconstrucción. El primero es derogar las reformas laborales que se puede hacer eliminándola por completo como propone el sindicato o desmontando los aspectos “más lesivos poco a poco” como defiende el Gobierno central.
Para el sindicalista, la reforma laboral del PP “no ha servido para nada, solo ha generado inestabilidad, desempleo, merma de las condiciones de trabajo y de los salarios y el que tengamos un millón de parados más”.
Para el ugetista lo importe es eliminar esta reforma porque “no se puede aceptar que la patronal tenga derecho de veto”. Insta al Gobierno a que a partir de enero, “con tranquilidad pero sin perder el tiempo, se vean los aspectos más lesivos” a eliminar, empezando por “aquellos que van a tener más incidencia en la salida de la crisis”. Una de ellas es que la actual legislación permite a las empresas “cerrar por cualquier cuestión y creo que necesitamos proteger la actividad y a los trabajadores, y las derogaciones son imprescindibles”.
También apuesta porque se incremente el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), porque considera que no hay argumentos para congelarlo mientras que en otros países europeos se anuncian subidas que van del 1% al 6,6%. “No hay razones, porque las empresas van a seguir trabajando y las que tengan dificultades seguirán teniéndolas, pero creo que es absolutamente necesario que se suma el salario mínimo”. Además, se muestra a favor de llevar a cabo una reforma de las pensiones que sirva para “garantizar el sistema actual, y que pueda darle estabilidad y, además, tranquilidad a los pensionistas”.
