Los bares, restaurantes, cafeterías y locales pueden ya abrir hasta las diez y media de la noche después de que se haya ampliado el toque de queda a las once de la noche, según ha anunciado la Asociación de Hostelería de Melilla. Desde la entidad que preside Chakib Mohamed han pedido "respeto en el cumplimiento de las medidas sanitarias por parte de empresarios, trabajadores y clientes" ahora que van a tener una hora más de apertura de sus establecimientos. La medida permite respirar un poco después de tantas restricciones durante la presente crisis sanitaria, que tuvieron su punto culminante en el cierre total que sufrieron desde el 18 de octubre al 24 de noviembre, para luego iniciar una desescalada que no satisfizo a los hosteleros.
El martes 8 de diciembre, día festivo, el Gobierno de la Ciudad anunciaba que se mantenía el horario de cierre a las 21.30 horas de la hostelería hasta el 10 de enero de 2021, es decir todas las Navidades, pero solo tres días después se ha ampliado el horario del toque de queda y también el de los locales de hostería, una hora más que, no obstante, es clave, porque al menos permitirá dar cenas que hasta el viernes eran casi imposible, teniendo en cuenta las costumbres horarias en la ciudad.
No somos policía
Tres minutos antes de que comenzara el nuevo toque de queda, que desde hoy sábado es a las 11 de la noche, y media hora después del horario de cierre de la hostelería, que se ha ampliado hasta las diez y media, el presidente de la Ciudad Autónoma, Eduardo de Castro, ha escrito un mensaje denunciando que “la irresponsabilidad de algunos hosteleros que incumplen las normas y clientes que se agrupan en más de 4 personas, salvo convivientes, dentro y a la salida de los locales, ponen en peligro la salud de los demás y el trabajo de los hosteleros responsables”.
A su vez, varios hosteleros anunciaban que iban a pedir a los clientes que digan que son convivientes y quieran ocupar una mesa de más de cuatro comensales, que firmen un documento de responsabilidad en el que afirmen que son convivientes porque advierten que los locales “no somos ni policía ni ninguna autoridad para exigir y comprobar documentos personales”.
