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El Sindicato Unificado de Policía subraya que abrir las fronteras de Melilla con Marruecos en enero de 2021 “sería una locura” por el Covid

Barranco: "Desde el sindicato nos oponemos totalmente porque eso no puede volver a suceder. Habría problemas, tanto física como de seguridad para el resto de la población, y además de seguridad sanitaria”.

Jesús Ruiz Barranco, secretario general del Sindicato Unificado de la Policía (SUP) en Melilla, ve bastante complicada la apertura de las fronteras terrestres entre España y Marruecos en la fecha anunciada por la prensa nacional, en concreto a partir de 10 de enero, debido a la actual situación sanitaria, por las restricciones de movilidad y por el desconocimiento de las condiciones en que se realizaría, sin olvidar que la situación sanitaria en Marruecos “es bastante peor” que en España. El secretario general del SUP no ve nada claro, en estos momentos, que las fronteras se puedan reabrir. “Yo no lo veo viable, pese a lo publicado por la prensa nacional, por la situación sanitaria en la que estamos, de confinamiento y de unas condiciones muy estrictas de desplazamiento muy puntuales a la Península, además de la situación de los policías nacionales y de los funcionarios que trabajan en los puestos fronterizos -Policía Nacional y Guardia Civil-, que tienen que atender los requerimientos de entra y salida, y la protección de la frontera de Melilla”.

Además, recordó que el pasado jueves se suspendió una reunión a nivel político entre los Gobiernos de España y Marruecos “por motivos sanitarios”.

Precisamente, aseguró que los motivos sanitarios “son imperativo legal para abrir cualquier frontera” y asegura que si se quiere abrir en las condiciones que había antes de la pandemia, “desde el sindicato nos oponemos totalmente porque eso no puede volver a suceder, ya que la situación de la frontera de Melilla, mirando por la pandemia actual desde el mes de abril, decimos que no, pues habría problemas, tanto física como de seguridad para el resto de la población, y además de seguridad sanitaria”.

No obstante, sostiene que los policías deberían saber la situación cuando se decida abrir las fronteras. “Debemos conocer las medidas sanitarias, el trabajo en los puestos fronterizos y la protección que vamos a tener con respecto a qué personas van a poder entrar, así como todos los requisitos e incluso la salida exterior, pues tendríamos que estar pendientes de las personas que entrasen a Marruecos, aunque yo no sé si se va a abrir en tiempo prudencial corto. Yo lo dudo mucho todavía, pues se ha suspendido la reunión entre España y Marruecos hasta febrero. Yo creo que esto se va a alargar”.

También recordó que España se encuentra actualmente en un estado de alarma hasta el 9 de mayo, con una situación de entrada y salida del territorio en el que las Comunidades Autónomas y la Ciudades Autónomas de Melilla y Ceuta están poniendo restricciones. “No entenderíamos que se abriese la frontera, sin saber en qué condiciones y a quién se va a dejar pasar. Eso no se puede volver a repetir si volvemos al estado de alarma de marzo y por eso, el pasado jueves, en el comunicado que se dio por parte del Gobierno de España, se aplazó la reunión por motivos sanitarios”.

Además, resaltó que en el vecino país, según los dosieres marroquíes, la situación “está bastante complicada”, mucho peor que en España, “en el sentido que no tiene un sistema de salud pública” y cree que lo más sensato es aplicar el sentido común, “ya que si tenemos una situación de alarma sanitaria y de restricciones de movilidad, que como ciudadano melillense tengo que exigir una serie de documentos, que si la policía nacional no permite el desplazamiento, cómo vamos a dejar pasar desde Marruecos”.
“Como mínimo, tendríamos que pedir eso, primero la documentación que para eso los policías hacemos los filtros documentales, además de la extensión del visado correspondiente al territorio, pero es que estas cosas pueden cambiar. Antes del estado de alarma entraban a Melilla 20.000 ó 30.000 personas, y eso ahora sería una locura”, avisó.

Subida salarial
En otro orden de aspectos, valoró muy positivamente el aumento salarial para los miembros de la Policía Nacional, aunque indicó que todavía hay varios puntos que se deben cumplir tras el acuerdo firmado con el Gobierno Central en el año 2018. “El Gobierno anterior del Partido Popular firmó con los sindicatos representativos la ley de retribuciones propias para los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado para que no haya diferenciación entre policías autonómicos y nacionales, aunque eso todavía no se ha cumplido en su totalidad. Estamos incluso hablando del ingreso al servicio activo de compañeros en segundad actividad, que podrían reingresar y cobrar el emolumento que ha habido en estos tres últimos años. Como representante sindical, tengo que decir que ha sido uno de los mejores acuerdos de equiparación salarial que ha podido haber en los últimos 30 años en la Policía Nacional y esto hay que reconocerlo, ya que hemos aumentado nuestras nóminas. Estamos hablando de 561 euros en estos tres últimos años, aunque todavía está por resolverse algunos puntos para ir mejorando la situación, que no vamos a dejar de hacerlo, pues el acuerdo se tiene que cumplir en todos sus puntos”.

También informó que a nivel nacional también existen una serie de expectativas para que el estado español reconozca la recalificación al grupo B de los funcionarios de la Policía Nacional. “Dentro de nuestras nóminas y de nuestros puestos de trabajo tenemos una catalogación, un grupo de pertenencia y un nivel de complemento. Pasamos del Grupo C, de la escala básica, de la primera y segunda categoría, al grupo A-2 de la escala de subinspección, y después a la A-1, que es la escala ejecutiva, y a continuación al de la escala superior, pero el Grupo B se ha quedado vacío de contenido”.
“Desde hace dos años, estamos intentando dar a conocer a los diferentes partidos políticos nacionales y locales que en ese Grupo B, ahora que nos exigen para poder entrar en la escala básica el bachiller superior o equivalente y los años de formación, que tengamos el grado administrativo formativo que se necesita. Del Grupo B, que de la escala básica, se podría pasar al C-1, como ya se hizo en los años 90, con un real decreto que lo puede firmar el Gobierno de la Nación, delimitando los estudios, con las titulaciones correspondientes. Con eso, nuestro sueldo base se vería incrementado, con los trienios correspondientes, y a la larga sería un beneficio para nuestra jubilación”, agregó Jesús Ruiz Barranco.

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Antonio Calderay

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