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Saint Maud Directora: Rose Glass. Intérpretes: Morfydd Clark, Jennifer Ehle

La enfermera Maud (Morfydd Clark) es contratada para trabajar como interna y cuidar a Amanda (Jennifer Ehle), una famosa bailarina, enferma, que está aislada en su enorme casa. Al principio, Amanda se siente intrigada por la joven religiosa, distrayéndola de su deteriorada salud. Maud, en cambio, está hechizada por su nueva paciente. Pero Maud esconde algo, no es lo que parece. Vive atormentada por un violento secreto de su pasado y por momentos de éxtasis que ella piensa que vienen directamente de Dios. Está convencida de que ha sido enviada a Amanda no simplemente como enfermera, SIMO para cumplir un propósito divino.
A medida que empieza a perder el contacto con la realidad, los cuidados de Maud se convierten en una misión mortal para salvar el alma de Amanda, cueste lo que cueste. La directora y guionista Rose Glass nació en Chelmsford, Reino Unido, en 1990. Lleva creando películas desde pequeña, cuando descubrió la mini cámara de su padre. Comenzó experimentando con pequeñas animaciones en stop motion, pasando a interesarse por personas reales, involucrando a amigos y familiares en varias películas de aventura surrealistas y sin sentido.

Glass ha estudiado en la Universidad de Comunicación de Londres y en la Escuela Nacional de Cine y Televisión. Ha sido alumna de Guiding Lights y del Campus de Talentos de la Berlinale, además de ser finalista del iFeatures y Star of Tomorrow del Screen International en 2018. Sus cortometrajes se han proyectado en festivales internacionales de cine como SXSW, ShortFest de Palm Springs y el Festival de Cortometrajes de Londres.

SAINT MAUD es su primer largometraje, para el que también ha escrito el guión. Fue estrenado en septiembre de 2019 en el Midnight Madness en el Festival Internacional de Cine de Toronto, y participó en la sección Noves Visions del Festival de Sitges . La idea inicial de SAINT MAUD le surgió a Glass cuando estaba terminando la carrera de cine en la Escuela Nacional de Cine y Televisión (NTFS) de Reino Unido. Le interesaba la idea de que una voz dentro la cabeza de alguien se convirtiese en un personaje de película. El origen fue la historia de amor entre Maud y Dios, desarrollándose a partir de ahí, preguntándose quién era esa chica que se estaba enamorando de una voz en su cabeza y por qué nadie se daba cuenta de lo que estaba ocurriendo.

SAINT MAUD está inspirada en el melodrama y humor negro de los años 60 y 70, como “Taxi Driver” (1976) de Martin Scorsese, que a su vez se fija en “Diario de un Cura Rural” (1951) de Robert Bresson, o “Persona” (1966) de Ingmar Bergman, y por la intensidad visual en los primeros trabajos de Nicolas Roeg y Roman Polanski (“Repulsión”, “La Semilla del Diablo”), pero con un aire nuevo para atraer a jóvenes espectadores. También en películas más cercanas en el tiempo, como “En realidad, nunca estuviste aquí” (2017) de Lynne Ramsay, estrenada cuando Glass escribía el guión de SAINT MAUD y cuyo estilo reconoce la directora que le influyó. Visualmente, también hay influencias de películas contemporáneas del director británico Peter Strickland, en particular de “The Duke of Burgundy” (2014).

La particular relación entre las protagonistas de SAINT MAUD tiene lugar, principalmente, en una casa, que llega a ejercer -en ocasiones- de personaje. Rodada con una estética visual de los años 70, con matices que recuerdan al Art Deco que encontramos en las telas y texturas de la casa y ropa de Amanda, estos elementos transportan al espectador a otro universo, advirtiéndole de que está en un mundo donde todo es un poco raro. Para la casa de Amanda, los cineastas encontraron una enorme propiedad eduardiana en Highgate, Londres, con las paredes de madera que ayudaron a crear esa sensación claustrofóbica. Los exteriores se rodaron en las playas y viejas salas recreativas de Scarborough, Yorkshire, Inglaterra.

A Paulina Rzeszowska, diseñadora de producción, lo que más trabajo le dio fue crear un estilo atemporal para una historia contemporánea. Reconoce que la casa de Highgate fue un elemento clave en el proceso de diseño: “La habitación de Amanda era muy particular, con las paredes cubiertas de madera, así que tuvimos que aceptar lo que había y acostumbrarnos. Eso dictó cómo sería la gama de colores del resto de la casa…”.

El director de fotografía Ben Fordesman, trabajando estrechamente con el equipo de diseño, creó la atmósfera y estética adecuadas utilizando lentes Canon K35 de los años 70, las mismas usadas en “Alien” y “Barry Lyndon”, consiguiendo crear un lenguaje visual intenso y estilizado, pero nunca efectista o que distraiga al espectador, que se va acentuando conforme avanza la película y el estado mental de Maud empeora.

Para la directora era importante que el espectador se identificara con el personaje de Maud, no que sintiera pena por su soledad ya que, desde su punto de vista, ella es muy importante, tiene un gran propósito y está decidida a llevarlo a efecto. Para encarnar a Maud se eligió a la actriz Morfydd Clark, nombrada “Star of Tomorrow” por la revista Screen International por su trabajo sobre el escenario y papeles en películas como “The Falling” y “Amor y Amistad”. SAINT MAUD ha sido su oportunidad de debutar como actriz protagonista.

El personaje de Amanda lo interpreta Jennifer Ehle, ganadora del BAFTA por su papel de Lizzie Bennet en la miniserie “Orgullo y Prejuicio” dirigida por Simon Langton, y fue nominada a otro por “Wilde” de Brian Gilbert, y dos veces el Tony, por “The Real Thing” dirigida por David Leveaux y “The Coast Of Utopia” de Jack O’Brien.. Jennifer es conocida por sus papeles de época y su fuerza y versatilidad en películas contemporáneas como “La noche más oscura (Zero Dark Thirty), “La (des)educación de Cameron Post” y “Vox Lux: El precio de la fama”. El personaje de Amanda fue reescrito cuando Jennifer se incorporó al reparto, convirtiéndole en una atractiva bailarina americana de fama mundial, que ahora vive recluida en una ciudad costera inglesa. También era, en principio, más melodramático y teatral, pero Jennifer ayudó a temperarlo, ayudando a que el espectador entienda por qué Maud se obsesiona con ella.

Tanto el vestuario, de la diseñadora Tina Kalivas, como la peluquería y maquillaje, de Jacquetta Levon, contribuyen grandemente a crear el ambiente propicio. Si a todo ello añadimos la banda sonora, obra del compositor Adam Janota Bzowski, que colaboró con la compañía de baile contemporáneo londinense Tempered Body en dos producciones, exhibiendo una interpretación diversa y experimental de temas como la modificación genética, la dismorfia de cuerpo y los futuros distópicos, más la combinación que hace Rose Glass entre el diseño y efectos especiales, tenemos como resultado una intensa película de terror psicológico que también trata, con sensibilidad y empatía, temas universales como la salud mental, la religión, la soledad y la alienación social.

Podremos ver SAINT MAUD en los cines a partir del 25 de diciembre..

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