No cabe duda que la celebración del sorteo de lotería es el verdadero pistoletazo de salida de las fiestas navideñas.
Cada 22 de diciembre se celebra el Sorteo de Navidad, considerado como el más importante del mundo en lo referente al reparto de premios económicos.
Puede surgirnos una pregunta… ¿ qué tienen en común la participación en el sorteo del Gordo (denominación que se da al primer premio) y el espíritu de la Navidad?
Realmente no guardan mucha, aunque si es posible hallar algún rasgo común, la ilusión que envuelve en el hecho de compartir la “suerte”.
Efectivamente, es costumbre el hacer participaciones de un décimo para regalar a amigos, familiares y clientes, si se dispone de algún tipo de negocio.
Este aspecto marca la diferencia con otros sorteos españoles y extranjeros; de esta forma los premios suelen estar mucho más repartidos.
Si hacemos caso a las estadísticas, una de cada tres personas que juega, regala parte de lo que compra y casi la mitad intercambia décimos o las anteriormente citadas participaciones.
El sorteo de Navidad consta de sesenta y seis mil números. Cada uno está compuesto a su vez por ciento ochenta series y cada serie está impresa en un billete que es dividido en décimos para su posterior venta.
Historia del sorteo
En 1812 se creaba en la ciudad de Cádiz un medio de aumentar los ingresos del erario público en quebranto de los contribuyentes durante la Guerra de Independencia.
Era el primer sorteo de lotería, llamada por el pueblo Lotería Moderna, para distinguirla de la Lotería Primitiva que Leopoldo de Gregorio, marqués de Esquilache, había introducido en 1763.
Habría que esperar ochenta años para que, en 1892 apareciese por primera vez la denominación de Sorteo de Navidad en el prospecto de premios realizado por el sorteo el cual habría de celebrarse el 23 de diciembre del año citado.
Desde entonces cada año, sin interrupción se ha llevado a cabo ni tan siquiera durante la Guerra Civil española (se celebraron sorteos distintos en los dos bandos).
Los alumnos del Colegio de San Ildefonso
Una de las características más llamativas de este sorteo son las voces de los niños y desde 1984 también participan niñas, alumnos todos del Colegio de San Ildefonso.
Este cometido lo tienen asignado desde antes incluso de la instauración de la lotería moderna. El primero en hacerlo fue Diego López, de siete años, en 1771.
Estos niños además de cantar los números de la Lotería también sacaban los números del llamado sorteo “de millones”, las cédulas de las prebendas, los diputados de rentas y bola y todas aquellas designaciones que se dejaban a la suerte de una bola o al azar de una papeleta.
Podríamos afirmar, sin temor a equivocación, que esta Institución dedicada a la infancia es la más antigüedad de Madrid. Durante muchos años solo se atendió a huérfanos de funcionarios públicos.
Su origen data de 1543, fecha en la que el rey Carlos V concedió una Real Cédula por la que se dotaba al Colegio de los bienes precisos para atender a sus fines. Las primeras Ordenanzas del Colegio son de 1600 y fueron hechas por el escribano Francisco de Monzón.
En 1992 el Organismo Nacional de Loterías y Apuestas del Estado firmó con el Ayuntamiento de Madrid (del que depende San Ildefonso) un convenio de becas por el que, finalizados los cursos que se imparten en el centro, se hace cargo de la totalidad de los estudios hasta el más alto grado de cualquier carrera universitaria que realice el alumnado que no dispongan de medios económicos para poder cursarlos.
Los niños y niñas que actúan en los sorteos son seleccionados entre aquellos que tienen mejor timbre de voz y pronunciación más clara. A ellos se les ejercita y entrena para la rápida lectura de los números; se les adiestra también en el manejo de las bolas de los sorteos mediante continuos ensayos que Lotería Nacional pone a su disposición.
La Lotería del Niño
Este sorteo apareció bastante más tarde que el de Navidad, pero su desarrollo y la fama han conseguido que sea el segundo sorteo más importante de la Lotería Nacional en España.
Fue institucionalizado en 1941 por el general Roldán, quien en aquellas fechas era el director general de Timbre y Monopolios.
Oficialmente no tenía tal denominación aunque popularmente era conocido como el sorteo de El Niño, debido a que su celebración tenía lugar en fechas cercanas a la celebración de la Adoración del Niño por los Magos de Oriente.
Estas son unas breves pinceladas de la historia de este Sorteo tan nuestro, tan representativo de la Navidad.
Aprovecho esta ocasión para desear a todos unas Felices Fiestas y que 2021 venga cargado de salud y bienestar; que nos devuelva también a esa “normalidad” que tanto ansiamos todos.
