Los Presupuestos Generales de la Ciudad Autónoma para 2021 (PGCAM) serán aprobados en la Comisión de Hacienda, previsiblemente, antes de Nochebuena. El Gobierno local ha concentrado todo el debate presupuestario entre el lunes y el martes para votar el miércoles. Eso supondrá que, en los dos primeros días de la próxima semana, los diferentes consejeros irán desfilando uno tras otro por la comisión para desgranar las partidas de sus departamentos, de acuerdo con la planificación que ha realizado el Gobierno local, lo que ha generado la indignación en la bancada del PP. En declaraciones a MELILLA HOY, el vicepresidente segundo de la Asamblea y diputado popular, Daniel Conesa, explicó que así les fue comunicado el viernes por la consejera de Hacienda, Dunia Almansouri, unas horas después de que haber recibido el pendrive con el anteproyecto presupuestario, que llegó a manos de los populares el jueves por la tarde.
La idea del Gobierno es solventar la mayor parte del debate mañana lunes, cuando se ha convocado una comisión por la mañana, y otra por la tarde, en cada una de las cuales comparecerán varios consejeros “de una tacada”. El martes por la mañana continuarán el resto de los miembros del Gobierno y el miércoles 23 se votarán los PGCAM. Por ahora no hay ningún pleno de la Asamblea convocado, aunque hace unos días, la portavoz del Gobierno, Gloria Rojas, apuntó el día 29 como la fecha más probable.
La planificación de los debates, que no ha sido consensuada, ha generado un enorme malestar en el PP, sobre todo tras recordar que la falta de tiempo era una crítica recurrente entre los partidos que hoy gobiernan cuando estaban en la oposición. “Seguramente a nosotros se nos podía criticar que les dábamos poco tiempo, pero nunca tan poco tiempo como ellos nos dan a nosotros. Parece que es una venganza o, simplemente, la falta de coherencia de este Gobierno en todo lo que hace”, dijo Conesa.
Los populares tienen la impresión de que se trata de “una tomadura de pelo”, o quizá una muestra de que “han renunciado a cualquier intento de poder llegar a algún tipo de acuerdo”. “Su actitud, que no es muy positiva, desde luego, no lo pone fácil”, lamentó Conesa, que expuso su sospecha: “Parece que quieren llevarnos a un extremo en el que al PP no le quede más remedio que rechazar todo, por el fondo quizá no tanto, que también puede ser, sino por la forma en que hace las cosas, que es rematadamente mal”.
Por ello, Conesa avanzó que el PP irá a la comisión a escuchar y solventar alguna duda y después adoptará su postura. Aunque, tras lo sucedido, consideró que “quizá lo más práctico hubiera sido ir a votar”.
