El Melilla C.D. despide el año 2020 sin poder estrenar su casillero de victorias, tras perder ayer domingo en su terreno de juego ante el Vélez C.F., por el resultado de 2-3, en un encuentro de mucha emoción, polémica arbitral y que se resolvió en la prolongación, en el 97’, con el tanto que dio el triunfo a los malagueños, cuando Cervera marcó de lanzamiento de falta. El colegiado jiennense se convirtió en el gran protagonista del choque, tras expulsar a los locales Chibi e Ibra, y al visitante Dani Espinar, además de mostrar un total de quince tarjetas amarillas. Los locales desperdiciaron una gran ocasión de conseguir la primera victoria del campeonato, en un choque que le era favorable a siete minutos del final, pero la falta de experiencia de algunos de sus jugadores terminó pasándole factura, ya que se quedó con dos jugadores menos en la recta final del encuentro y el Vélez, con mucho oficio, supo aprovecharlo para remontar el partido, con una máxima pena y un lanzamiento de falta, dejando a los locales con la ‘miel en los labios’.
El partido fue bastante igualado y competido, entre dos conjuntos que buscaron la victoria. Sin embargo, melillenses y malagueños no consiguieron pisar área hasta los últimos instantes del primer tiempo, ya que el Vélez se adelantó en el marcador en el minuto 40, por mediación de Víctor Armero, tras un rechace de la defensa local, aunque un minuto antes ya había avisado Pablo, pero éste, sólo ante Gonzalo, perdonó una clara ocasión.
Por su parte, el Melilla C.D., que había llevado la iniciativa en el juego hasta entones, reaccionó de inmediato, ya que en la siguiente acción, en el 42’, Braim se fue por la banda izquierda y encaró al meta visitante para marcar por la misma escuadra, de potente chut.
Los locales consiguieron así un gol psicológico, que hizo bastante daño al Vélez, pues además Dani Espinar fue expulsado por doble cartulina amarilla, por lo que el choque se les puso favorable, ya que con un jugador más consiguieron desnivelar la contienda con otro golazo de Braim en el inicio del segundo tiempo, en el 58. El delantero melillense se fue de dos adversarios, se plantó de nuevo solo ante el meta Miguel y lo batió de tiro raso y cruzado.
Con el 2-1, el conjunto que dirige Nacho Aznar se mostró ambicioso y buscó la sentencia al partido, que pudo llegar en el 74’, en una internada de Sanse por la derecha, pero tras entrar al área visitante disparó fuera, bastante desviado.
El partido estaba donde quería el Melilla C.D., pero los nervios le pasaron factura, ya que Chibi, por protestar, fue expulsado por doble amonestación (75’), con lo cual las fuerzas se igualaron y el Vélez se hizo dueño del partido, intentando llegar una y otra vez a la portería melillense, hasta que en el 80’ empató el partido, tras un penalti cometido por Braim, que tocó el balón con la mano, tras un centro por la derecha de los andaluces. La máxima pena fue ejecutada por Víctor Armero y empató el partido.
El Vélez acentuó mucho más su dominio e intensidad en el juego, sobre todo tras otra nueva expulsión de los melillenses, ya que Ibra intentó despejar una acción de ataque de los malagueños, pero resbaló y derribó a su par, por lo que vio el camino de los vestuarios en el 87’.
El partido tuvo de todo ya, menos fútbol, ya que el colegiado ‘desenfundaba’ una y otra vez, con continuas cartulinas amarillas, casi todas hacia el equipo local, y para sorpresa de todos prolongó el partido ocho minutos. El Melilla C.D. sufría mucho en defensa y en el 97’ llegó el tanto de la derrota, para alegría desbordada del Vélez, que con un lanzamiento de falta de Cervera marcó de tiro potente, raso y ajustado al palo derecho.
