El Melilla Sport Capital Baloncesto no pudo terminar con victoria el 2020, tras caer ante el Destino Palencia por 58-71. Los azulones estuvieron cerca de darle la vuelta al luminoso en el último acto, pero los palentinos tiraron de experiencia para llevarse el triunfo. El choque arrancaba con un Destino Palencia dominando en el marcador ante un Melilla Sport Capital Baloncesto que no podía correr y al que le costaba anotar en estático. Pero si desde el ataque no podían meterse en partido, los azulones lo hacían desde la defensa. Con un Fede Uclés que recogía cualquier balón que escupía el aro melillense, los de Alejandro Alcoba crecían. Los fallos en los tiros libres de los visitantes en este cuarto también ayudada a que el decano se fuera por delante en el electrónico al término de los primeros diez minutos (12-10).
El segundo asalto fue otra historia. De nuevo, los pupilos de Arturo Álvarez entraban fuerte a la cancha y de la mano de unos buenos minutos de Massarelli endosaban un 2-11 de parcial que obligaba a parar el choque a Alejandro Alcoba (16-24). Los problemas de faltas de Kamba y Uclés fueron un lastre y, tras el tiempo muerto del técnico local, no mejoró el panorama. El Destino Palencia mandaba en el luminoso y cada vez ampliaba más su ventaja (20-35), a poco más de tres minutos para el descanso. La cosa no mejoró en este tramo final y ambos conjuntos se marchaban a los vestuarios con los palentinos por delante con una cómoda renta en el marcador (29-43).
En la reanudación se vio a un Melilla Sport Capital Baloncesto intentando ser más agresivo y no permitiendo los 33 puntos del cuarto anterior. La presión empezaba desde un activo Javi Marín, pero el resultado seguía sin ser el deseado y los visitantes volvían a situarse con una renta de quince puntos (35-50), cuando se alcanzaba el ecuador del tercer periodo. Con 44-56 se llegaría al último y definitivo cuarto.
Los de Alejandro Alcoba se acercaban y bajaban de la diferencia psicológica de los diez puntos, gracias a los triples de Andris Misters, pero con varios ataques a su favor para seguir recortando la desventaja las imprecisiones en los melillenses acabaron con sus ilusiones de lograr la proeza. Todo lo contrario que en el bando palentino, que aprovechaban para aumentar la distancia (54-70), a escasamente tres minutos para la conclusión.. El Destino Palencia supo administrar a la perfección su cómoda renta para terminar imponiéndose por 58-71.
