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VOLEIBOL-OPINIÓN

La clasificación para la Copa 2021, el último hito de un club de leyenda

El Club Voleibol Melilla disputará, por tercera vez en su historia, la Copa del Rey

El voleibol en España carece de peso mediático y eso condiciona mucho a los clubes que como el Club Voleibol Melilla destacan en un deporte sin presencia en los medios, porque, como todos sabemos, lo que no se publica es como si no existiera. Pero el voleibol, con casi mil millones de practicantes en todo el mundo, es la tercera potencia deportiva mundial sólo por detrás del fútbol y de la natación, y por delante del atletismo o el baloncesto. En nuestro país es el octavo deporte en número de fichas federativas, que no está nada mal, pero en países cercanos y afines a España, como es el caso de Francia, Italia, Argentina o Cuba, el voleibol es junto al fútbol el deporte más practicado, con gran importancia en edades escolares, siendo una referencia educativa y para el desarrollo físico y emocional.
Cuando hace años un grupo de melillenses amantes del voleibol se plantó en la Primera Nacional, con un equipazo compuesto por jugadores locales que son ya leyendas del deporte nacional, como Joaquín Lizana, Abdeselam Morabet, Manuel Asensio o Paco Alcober, pocos fueron los que creyeron que ese grupo de amigos iba a llevar al Club Voleibol Melilla a las cotas más altas jamás alcanzadas por ningún club melillense en ningún deporte en toda su historia.
En el año 2014, el Club Voleibol Melilla, sin hacer mucho ruido, logró el ascenso a la Superliga-2, la Segunda División, algo al alcance de muy pocos y menos en nuestra ciudad, donde los clubes en grandes ligas se pueden contar con los dedos de una mano.
Al año siguiente, sin apenas tiempo de asimilar el primer ascenso, el conjunto melillense se clasificó para la final de la Copa del Príncipe y, tras el increíble subcampeonato en la Copa, logró su segundo ascenso consecutivo, esta vez a la Superliga, convirtiéndose en el primer equipo que ascendía y militaba en la máxima competición de un deporte a nivel nacional.
No contentos con eso, al año siguiente, en la primera temporada en la máxima competición, el conjunto de Salim Abdelkader acabó la primera vuelta en la quinta posición y se clasificó por méritos propios para la Copa del Rey, torneo en el que también obtuvo el quinto puesto, terminando la increíble primera temporada en la Superliga en una meritoria sexta posición.
Dos años temporadas después, en la 2017-2018, el conjunto melillense se quedó a una victoria de entrar por méritos propios en la Copa y concluyó séptimo en la Liga, tras otro grandísimo campeonato en la Superliga.
Un año después se encargó de ejercer como anfitrión de la Copa del Rey y salvó la categoría ante el F.C. Barcelona en una épica última jornada, en una de las temporadas más duras y exigentes que se recuerdan.
Tras un annus horribilis, los melillenses empezaban esta temporada, la sexta consecutiva en la máxima competición, de nuevo con uno de los presupuestos más bajos de la categoría, pero con la misma ilusión que el primer día.
Tras quince jornadas, el Club Voleibol Melilla marcha entre los mejores, es el equipo revelación de la competición, tiene un pie ya en los Play-Offs por el título y ha conseguido, por méritos propios y a falta de dos jornadas para terminar la primera vuelta, la clasificación directa para la Copa.
Sin duda, un palmarés envidiable para un conjunto que en ocho años ha conseguido dos ascensos, un subcampeonato de la Copa del Príncipe y tres clasificaciones para la Copa del Rey, además de permanecer seis años en la máxima categoría del tercer deporte más seguido y practicado a nivel mundial.
Y todo ello con humildad, con poco presupuesto y dando protagonismo todos estos años a leyendas del voleibol español. Grandes nombres, muchos de ellos internacionales con España, que han vestido la camiseta del equipo melillense y han ayudado a hacer grande este club, como es el caso de Cosme Prenafeta, Noé de Mena, Vicente Monfort, Aitor Canca, Javier Monfort, Stéfano Nassini, Víctor Méndez, Carlos Felipe González, Fran Iribarne o Mario Ferrera.
Aunque también han militado en el Club Voleibol Melilla grandes nombres del voleibol internacional venidos del extranjero, de Marruecos, Cuba, México, Brasil, Colombia, e incluso Bulgaria, como Blagovest Petrov o Martin Dimitrov, aunque sin duda son los argentinos, empezando por nuestro querido Jorge Basualdo, siguiendo por el incombustible Leonardo Porolli y terminando por la Legión Argentina que esta temporada inunda el plantel melillense, capitaneados por Mariano Ariel Giustiniano y seguido por los internacionales Maximiliano Scarpín, Federico Martina y Juan Martín Riganti, los que ocupan un papel más relevante.
Pero lo más destacado de las plantillas del Club Voleibol Melilla son los jugadores de la cantera. Un equipo que militando en la máxima competición nacional es el que más apuesta por los jugadores locales y que más oportunidades de crecer y evolucionar ha dado a los deportistas melillenses, convirtiendo en jugadores de primera categoría a melillenses como Paco Alcober, Manu Asensio, Joaquín Lizana, Abdeselam Morabet, Ali Mehamed, Aomar El Ghadef, Mohamed Kaddur, Faisal Mohamed, Najim El Founti, Ilias Azmi, Soufian Mesaoudi, Mikael Tahiri, Julio Están, Sharaf Abdelssadik, Moustapha El Founti, Hicham Domínguez, Samir Hamed, Ali Mohamed, Yihed Sarrar, y muchos otros que jugaron y muchos más que lo harán en un equipo en un club que es leyenda indiscutible del deporte melillense y del español.

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Jesus Blasco de Avellaneda

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