Tanto el teléfono como la web del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) dan error a todas horas” Muchos parados en Melilla están viviendo una verdadera pesadilla porque a la falta de trabajo, tienen que unir el mal trato que están sufriendo por parte del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), el antiguo INEM.
Con la excusa de la crisis sanitaria, las instalaciones el SEPE en altos del Real están cerradas a cal y canto. Nadie -salvo el vigilante de seguridad que tiene que aguantar el chaparrón de quejas- quiere atender a los desempleados que acuden físicamente a las mismas y dirigen todas las actuaciones a llamadas telefónicas e internet. Esa medida sería comprensible e incluso aceptable si funcionaran dichos medios, pero tanto el teléfono como la web del servicio dan error a todas horas. Por tanto, se ven atrapados en una tela de araña, en la que no pueden hacer sus gestiones, desde pedir las prestaciones que les corresponden a simplemente registrarse en las listas del paro. Además, con personas vulnerables, muchas de las cuales no pueden permitirse tener internet en casa y en ocasiones teléfono, porque lo que este problema lo sufren de manera doble.
Pero si esto es grave, más lo es el retraso injustificado para pagar los ERTE a los trabajadores que se han visto incluidos en expedientes temporales de regulación de empleo debido al Covid. Bastantes llevan meses sin recibir sus emolumentos, con el consiguiente trastorno para personas que se ven sin medios y muchas veces recurriendo a terceros para poder subsistir, contrayendo deudas y viviendo una situación insostenible.
Al parecer, los retrasos no se deben exclusivamente al atasco generado por los errores cometidos en el pago indebido de prestaciones por parte del Sepe o la nueva carga de trabajo. La falta de personal y de medios está en el trasfondo de las demoras que se vienen produciendo. Todos los sindicatos denuncian, y el propio Sepe reconoce, que se ha producido una descapitalización de la plantilla del Servicio Público de Empleo. En 2010 contaba con 10.828 empleados y en la actualidad son 7.935 después de que en primavera se reforzase con 1.000 temporales y hace un mes se haya ampliado con otros 500, que no todos se han incorporado.
Teniendo en cuenta toda esta situación, es imperdonable que el Gobierno de la Nación no dé una solución a este problema porque está jugando con las necesidades básicas de muchos melillenses, y eso con un ejecutivo que dice estar con los más desfavorecidos es aún más incomprensible.
