Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

Clima de inestabilidad e irritación

La situación política de Melilla no encuentra la paz y, en ese clima de inestabilidad e irritación, hechos de pequeña importancia, que por su naturaleza deberían ser más bien cómicos, adquieren características casi trágicas en los mentideros de la villa, sin Corte, que es nuestra ciudad.
Así, la multitudinaria boda de un miembro de un partido político ahora en el Gobierno de la Ciudad, colocado -evidentemente no por sus contrastados méritos- en un cargo público, se ha convertido en un escándalo público del que, como de las pulgas, todos se quieren desprender, sin que los melillenses confiemos demasiado en que se apliquen a tiempo las medidas que se deberían aplicar, empezando por el inmediato cese del “novio del 31 de diciembre” en su puesto de asesor en la atareada Consejería de Hacienda de nuestra Ciudad Autónoma. Malos consejos puede dar el que es incapaz de asesorarse a sí mismo, incumple las restricciones e intenta financiar el dispendio de su boda con el dinero ajeno, tratado de obtener mediante amenazas.

Notable ha sido, también, el intento fallido del inocultablemente tránsfuga político Jesús Delgado Aboy de que se condene a tres compañeros suyos de candidatura de Vox por, según Delgado, haberle grabado y hecho públicos sus ataques a la dirección nacional del partido con el que obtuvo su escaño de diputado local y en contra del cual vota una y otra vez en la Asamblea de la Ciudad. Nos alegramos por la decisión judicial y también por la victoria profesional de una abogada a la que en nuestro periódico apreciamos y valoramos mucho, Leticia Sánchez Torreblanca. Los tránsfugas son una perversión del sistema democrático. Su actividad política puede ser legal, pero es injusta y pervierte la voluntad popular. El triunfo judicial conseguido por Leticia Torreblanca es merecido y positivo para Melilla.

Ha vuelto a la acción, a escribir, en su nueva condición de jubilado, tras su larga vacación de funcionario y en su eterna condición de pensador libre, Pepe Megías. Para muchos, sus artículos tienen mucha gracia. Para algunos, aquellos a los que critica, no tienen maldita la gracia. Más allá de cualquier consideración personal, lo cierto es que José Megías es un melillense inteligente y con la “funesta” manía de pensar muy desarrollada. Algo muy molesto para la mayoría de los políticos, pero, como estamos en democracia, tendrán que aguantarse, competir con él o argumentar contra él… si se atreven.

Loading

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€