La de ayer fue la entrada irregular más importante desde que el Ministerio del Interior empezó a sustituir las concertinas de la valla de Melilla por unos peines invertidos, que han sido instalados en buena parte de los puntos vulnerables del perímetro fronterizo, aunque no en la zona donde se produjo este salto.
La remodelación de la valla de Melilla no ha impedido que se sigan produciendo entradas irregulares, ya que, además de los 87 que han saltado la valla este martes, el último balance publicado por el Ministerio del Interior refleja que en los primeros 14 días del año 2021 se han contabilizado 60 por vía terrestre, pese a estar los puestos fronterizos con Marruecos cerrados desde el pasado 13 de marzo.
Aunque en los últimos meses se han producido saltos a la valla más numerosos que el de ayer, ninguno de ellos había dejado como resultado tantas entradas en Melilla. Hay que remontarse al 21 de octubre de 2018 para encontrar otra que la supere. Aquel día, unos 300 subsaharianos intentaron acceder a la ciudad y 209 consiguieron su propósito.
El de ayer es el tercer gran salto a la valla melillense desde que empezó la pandemia, después de los dos que hubo el año pasado, con 55 entradas el 6 de abril, cuando lo intentaron 260; y los 30 del 19 de agosto, día en que 300 inmigrantes trataron de alcanzar su sueño europeo de este modo.
