Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

“Es de bien nacido, el ser agradecido”

No es fácil cerrar una etapa en la vida y empezar otra distinta por muy halagüeña que pueda parecer a priori.

Aquel día de mayo de 2017 en el que fui nombrada presidenta de la Fundación Melilla Ciudad Monumental mi vida dio un giro de casi 360 grados.

Hasta entonces me había dedicado al mundo de la Sanidad como enfermera, mi gran vocación, y en los últimos cinco años a dirigir la Residencia de Mayores del IMSERSO.

Llegué al Faro como el niño que entra por primera vez a la escuela y tiene ante sus ojos un mundo totalmente nuevo por descubrir.
Gracias a la inestimable ayuda de Nene y Jesús Sáez comenzó mi andadura al frente de esta entidad. A ellos debo mucho y estaré eternamente agradecida.

Poco a poco el equipo se fue ampliando y completando con la llegada de Francisco García Torres, Isabel Migallón y Deborah Melul. No puedo dejar de mencionar a quienes han trabajado en la Fundación durante períodos de tiempo más o menos largos, pero con gran entrega y dedicación; tal es el caso de Quino López y Naima Hamed.

Muy importante ha sido en este tiempo contar con el apoyo y colaboración de Juan Bellver, Antonio Bravo y Benito Gallardo, tres personas destacadas en el ámbito patrimonial melillense.

Decir que Melilla tiene una gran riqueza patrimonial es más que obvio, pero yo he tenido durante este tiempo el privilegio de conocerlo de primera mano y de poder vivirlo más de cerca hasta llegar a sentirlo con mayor profundidad.

Mi experiencia al frente de la Fundación ha sido maravillosa en conjunto. Por supuesto con luces y sombras en mi día a día. No voy a ocultar que he tenido que afrontar momentos duros, de tener que tomar decisiones difíciles, pero siempre contando con la ayuda y respaldo de muchos de dentro y fuera de la Administración Local. Ellos han más llevadera mi gestión.

Un campo de actuación muy amplio al tener la Fundación como misión principal el ser “veladora de todo el patrimonio de la ciudad”.

Otro aspecto muy importante para mí, el contacto directo con las personas, con los vecinos de nuestra querida Melilla la Vieja. Para quienes he sido no la presidenta de la Fundación, sino Maribel Pintos “su alcaldesa” a decir de ellos mismos.

Por mi despacho han pasado muchos de ellos para hacerme partícipe de sus problemas, de sus quejas. Para contarme las pequeñas y grandes dificultades de su barrio. Siempre he intentado estar para todos cuando me precisaban. Si en alguna ocasión no he podido, pido disculpas.

Se cierran tras de mí las puertas del Faro, dentro quedan muchos y buenos recuerdos de todo lo vivido en él. Otros me los llevo en mi corazón como un gran tesoro.

Desde septiembre de 2018 coincidiendo con la conmemoración del I Centenario de este emblemático edificio, el Faro ha podido ser visitado por miles de personas. Hasta entonces era algo inimaginable.

Hemos brindado a los melillenses la oportunidad de conocer su historia y de poder acceder a la terraza y disfrutar de una panorámica increíblemente bella de la ciudad.

Personalmente he vivido momentos muy emotivos con personas de avanzada edad que, con lágrimas en los ojos, me confesaban que estaban cumpliendo un deseo, un anhelo como era el entrar y visitar el Faro.

Situaciones y palabras como estas hacen que te sientas bien y pensar que tu trabajo y el de tu equipo, merece la pena.

La labor de la Fundación no se circunscribe solo a las actividades de divulgación cultural, es mucho más que todo eso, abarcando distintos ámbitos de actuación:
Controlar y vigilar la limpieza y mantenimiento de los cuatro recintos fortificados con el fin de tenerlos en óptimas condiciones para disfrute de todos los vecinos y visitantes. Abarcando estos una extensión de más de 128.000 metros cuadrados.

Un tema prioritario ha sido para mí la seguridad en nuestros recintos históricos declarados en 1986 como Bien de Interés Cultural. Prácticamente desde mi llegada junto con Juan Palomo Picón, Director General de Seguridad Ciudadana, comenzamos a trabajar en ello.

Por primera vez se consiguió tener vigilancia en los tres accesos a la Ciudadela: túnel de San Fernando (desde plaza de las Culturas); Puerta de la Marina y túneles de entrada y salida en la cuesta de la Florentina. Este último está adjudicada la empresa quedando pendiente los últimos trámites.
A lo largo de estos años he mantenido una estrecha relación con la Consejería de Infraestructuras y Urbanismo, anteriormente denominada de Fomento, para la conservación y rehabilitación de cada uno de nuestros edificios.
A través de mi participación en la Comisión de Patrimonio de la Consejería de Cultura he podido, como se recoge en el artículo 3 de los Estatutos de la Fundación, ejercer la labor de promoción y tutela sobre la conservación, restauración y mantenimiento del patrimonio histórico-artístico.
Desde un primer momento hemos intentado cumplir con lo recogido en los Estatutos anteriormente citados. En ellos se han basado cada año los objetivos a cumplir, presentados a través de las memorias anuales y que han sido aprobados por unanimidad de todos los miembros de los distintos Consejos Rectores.

Resulta doloroso, a pesar de nuestra entrega y dedicación, tener que escuchar que sólo hemos cumplido un tanto por ciento muy bajo. ¿En base a qué se hace esta afirmación?
Llegados a este punto decir que puedo entender mi cese por ser mujer del Partido Popular y haber sido propuesta por el anterior presidente de la ciudad Juan José Imbroda Ortiz.

Lo que no acepto es que, para justificar dicha acción, se ponga en duda la capacitación y profesionalidad de todo el equipo que ha trabajado conmigo en la Fundación.

Y si la referencia es a mi persona no tengo más que remitirles a mi currículum profesional, con mi experiencia y preparación en gestión.

No puedo finalizar estas líneas sin dar las gracias al actual gobierno que a propuesta del Sr. de Castro me volvió a nombrar como Presidenta en el pasado mes de febrero de 2020.

Yo seguiré trabajando por y para Melilla como lo he venido haciendo hasta ahora en las distintas etapas de mi vida laboral y personal.

Ahora comienza una nueva etapa en mi vida Ahora comienza una nueva etapa en mi vida lejos de nuestro Faro, pero si de algo estoy segura es que su recuerdo y de lo vivido en él quedarán grabados en mi corazón y que su luz alumbrará siempre mi camino.
¡Muchas gracias!

Loading

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€