Con quienes te unes para poder, Pablete, Pablete y es que el último órdago sobre los exiliados es la monda. No esperaba rectificases pues tu verdad es de otro Mundo. La comparativa de la situación del fugado Puig Demont atentando contra el marco constitucional y la de los exilados republicanos realizada hace días en el Programa “ Salvados”, ratificarte en tus palabras a posteriori, muestran tus equívocos conceptuales e históricos ante quienes no compartimos semejante interpretación versus de los hechos y contextos. Pero tú, dale que dale provocando el rechazo de muchos que nos sentimos de izquierdas pero no lo vemos como tú , ilustre galapagareño.
Muchos republicanos tuvieron que exilarse como consecuencia de la guerra civil y la dictadura por sus ideas, por su defensa del orden asaltado, por salvar sus vidas y no ser sin juicio ni pena potenciales acunetados, pasándolas canutas, muchos sin poder volver y gozar de la transición y democracia. Puig Demont y sus adláteres fugados lo hicieron saltándose y habiendo atentado contra la legislación vigente, contra el marco constitucional del que nos hemos dotado, perfectible, avanzable pero por el designio de las urnas cuando haya lugar a ello. No es lo mismo pues Pablete, no lo es aunque sigas refugiándote en tus almenas de cerrazón.
Claro es, hay que mantener la identidad, el pulso constante incluso a contratiempo, pulsar caladeros de potenciales votos en un independentismo desnortado que para ello quiere desmontar nuestra arquitectura por encima nuestra, despreciándonos y sembrando odio con gotazas de xenofobia, claro es , a eso no jugamos y en ello no nos vas a encontrar por mucho que podamos simpatizar y aplaudir contenidos programáticos y acciones en lo social y prioritario para los que más lo necesitan.
Cierto es formas parte de un gobierno de coalición a nivel de estado, el primero en nuestra realidad democrática, siendo conscientes de que no es fácil, cierto es no es discutible la legitimidad del mismo por mucho que en ello anden cegados la oposición porque sí y sí. Pero el tren ha de proseguir su recorrido, moderando velocidades, consensuando posibilidades según las circunstancias, aparando diferencias para otros momentos donde la luz y claridad acerquen nuevos horizontes.
Rectificar está al alcance de cualquiera sin necesidad de llegar a sabios. Pero para ello se necesita reconocer contradicciones e ideas fijas no echándote en cara no desees ser casta pues pueblo somos.
Palabras de un jubilado que si ha aprendido algo en el transcurso de la andante vida es a rectificar sin desmerecer por ello, sabiendo por ende que en la pedagogía y en los mensajes también está la virtud. Mis saludos.
