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Si Alí y Toutouh analizan la atención a la pobreza y la desigualdad en Melilla en el Plan Estratégico

Mimón Mohamed Si Alí, Director General del Menor y Familia de la Ciudad Autónoma y Jamal Toutouh, Doctor en Ingeniería Informática e inteligencia Artificial del Massachusetts Institute of Tecnology (MIT) y de la Universidad de Málaga, protagonizaron ayer duodécima Jornada de lanzamiento del Plan estratégico de Melilla, en la que abordaron la atención a la pobreza y la desigualdad en Melilla. Tras la presentación del moderador, Antonio Ramírez Vélez, el primero en intervenir fue Mimón Mohamed Si Alí, que introdujo una reflexión sobre la situación actual con la crisis sanitaria que vivimos, con la frase: “Una reconstrucción justa es posible y necesaria”.

Continuó con el análisis de la situación social en la ciudad de Melilla en el contexto de crisis social con motivo del COVID-19, con el fin de clarificar los nuevos desafíos que plantea, las posibilidades y las capacidades que tenemos para dar respuesta a esta situación.

Seguidamente, expuso las debilidades y limitaciones de nuestro Sistema Público de Servicios Sociales, que se han puesto de manifiesto con la pandemia, mediante el análisis de la población en situación de riesgo de exclusión social y de pobreza desde el año 2008 a 2019.

Añadió que se va a precisar de una Estrategia de Gobierno, real y decidida, en la que los ciudadanos se conviertan en el eje toda acción como un elemento transversal de la política del Gobierno de la Ciudad.

Entre las propuestas que desgranó para integrar en tal estrategia, destacan las siguientes: 1. La creación de un observatorio de la desigualdad y realidad social; 2. Reorientar el sistema de garantías de ingresos para familias en riesgo flexibilizando los requisitos de acceso a las prestaciones mediante la creación de cuatro modelos de prestaciones: a. Renta básica melillense / renta mínima garantizada Prestación de carácter subsidiario para las familias que no dispongan de un mínimo de ingresos con carácter indefinido mientras subsistan las situaciones que la generaron; b. Renta de inserción social Como alternativa al IMI, mucho más flexible y adaptable a las situaciones sobrevenidas; c. Renta complementaria de ingresos del trabajo. Es un complemento a todas aquellas personas o familias que, incluso teniendo un trabajo, los ingresos no superan el SMI; d. Renta complementaria de ingresos por prestaciones; 3. Creación del Fondo Melillense para Situaciones de Emergencia y Exclusión Social, con el fin de paliar las necesidades básicas que deban ser atendidas con inmediatez; 4. Creación de la figura del mediador intercultural en el ámbito escolar; 5. Programas de educación de calle y de animación sociocultural para la prevención del absentismo y abandono escolar; 6. Implementar programas de mediación familiar en el ámbito comunitario; 7. Programas para el financiamiento de libros de texto y material didáctico e informático; 8. Implantación y consolidación de la Aulas Matinales y desayunos escolares y 9. Planes integrales de distritos en cuatro ámbitos de actuación estratégica: derechos sociales, educación, actividad económica y ecología urbana.

Por su parte, el doctor Jamal Toutouh, inició su intervención asegurando que hay que cuidar el lenguaje al hablar de problemas sociales. Añadió que no le gusta nada algunos términos usuales como “menas”, “distritos singulares” u otros por el estilo. Además, cree que no debe considerarse el importe presupuestario en asistencia social como un gasto sino como una inversión, como un importe que una sociedad moderna debe afrontar para que sus ciudadanos vivan con la dignidad suficiente.

Considera que, a mayor nivel de pobreza, hay una mayor desigualdad, menores oportunidades y mayor exclusión social, incluso de los servicios públicos.

Toutouh subrayó que hoy en día disfrutamos una tecnología que es increíble, pero que sigue siendo decepcionante en este campo: la tecnología no ha servido para mitigar la pobreza. En su opinión la tecnología no puede constituir un fin en sí mismo, sino un medio para solucionar problemas, entre ellos el de la pobreza. La tecnología es un medio para identificar problemas y luego para actuar sobre determinados problemas para mitigarlos.

Además, considera que, antes de poner en marcha cualquier programa, sea este tecnológico o no, hay que estudiar en profundidad las necesidades y el contexto de los potenciales usuarios y, por otra parte, debe estar sustentado por un trabajo multidisciplinar.

Cree que una de las garantías del éxito de un proyecto, por ejemplo este plan estratégico de Melilla, requiere de fuertes alianzas entre las instituciones públicas, el mundo académico, las empresas locales, las ONGs y el sector privado.

Por último, lanzó algunas iniciativas que considera sería muy rentables para Melilla como la creación de empresas de base tecnológica, la creación de centros de educación a distancia, centros de asistencia remota y servicios para entornos similares a Melilla. Además, considera que sería un lugar idóneo para convertirse en una “smart city”, buscando soluciones que sirvan para mejorar la vida diaria de los ciudadanos; y también como “laboratorio urbano”, muy útil para realizar pruebas de concepto para probar soluciones válidas para la investigación social y comercial.

Además, abogó por generalizar el uso de datos abiertos, fomentar la educación en todas las zonas de la ciudad, actividades de concienciación en todos los barrios, promover concursos de ideas para buscar soluciones a los problemas de la ciudad, incluir a los agentes económicos y sociales en las decisiones, crear incubadoras para startups y ofrecer asesoramiento y acompañamiento a los nuevos empresarios.

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