El fuerte viento que azotó ayer Melilla, con rachas que superan los 80 kilómetros horas, ha provocado decenas de salidas de los Bombros, para actuar ante la caída de árboles, tejas, elementos decorativos de balcones, cornisas, muros, antenas… El vendaval también ha afectado a los transportes aéreos, con vuelos cancelados o con retrasos. El mal tiempo forzó al cierre de parques y lugares de ocio en zonas abiertas para evitar que el viento pudiera causar daños personales.
También se limitó la circulación en otros puntos de la ciudad, como los pinares de Rostrogordo o las distintas explanadas. Los Bomberos, de hecho, advirtieron durante la jornada a los ciudadanos que, si salían a la calle, tuvieran precaución con la caída de árboles, cornisas, tejados, andamios, vallados, grúas… También a quienes iban en vehículos de dos ruedas, que tuvieran mucha precaución.
A estos hechos, hay que unir la cancelación o retrasos sufridos por los vuelos, el más destacado, el de un aparato que venía de Almería y que, tras varias vueltas, tuvo que regresar a la península, concretamente a Málaga.
Para hoy lunes, Meteorología prevé fenómenos costeros, con viento del oeste fuerza 7 y olas de 3 metros.
