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CLECE junto a “Corazón y Manos” consiguen una vivienda para una de sus empleadas tras su desahucio

La Delegada Social de CLECE, Daniela Macías, informó en el día de ayer sobre la ayuda que han prestado tanto la empresa, como la Asociación “Corazón y Manos”, a una de sus trabajadoras a la que desahuciaron y que gracias a su ayuda y a la ayuda de la sociedad melillense, podrá disfrutar a finales de esta semana de una vivienda digna, en régimen de alquiler adaptado a su nivel económico, para ella y sus dos hijas.
Según indicó a MELILLA HOY, “Dunia es una trabajadora de CLECE, como limpiadora en los coles y Alejandro, que es su coordinador, se entera que la han desahuciado del piso donde vive, a ella y a sus dos hijas, menores de edad, con 3 y 13 años. Cuando la empresa tiene conocimiento de que se va a quedar sin dormir, la acompaña a Servicios Sociales y lo que le ofrecen es dormir en el albergue la primera noche, pero le dicen que, si hay menores por medio, que es preferible que no vaya a ese sitio. De momento, se encuentra sin casa, sin sitio donde dormir y sin dinero. Ella trabaja a media jornada y no tiene ningún tipo de apoyo familiar. En ese momento, Alejandro nos llama y nos lo comunica. Nosotros tenemos en la empresa una asociación hecha por trabajadores de la empresa para apoyar el entorno directo de CLECE, bien sea a sus trabajadores o al entorno más cercano, que se llama ‘Corazón y Manos’, me explican el caso y me indican que de alguna manera tenemos que ayudarla. Lo primero que hacemos es buscarle un alojamiento digno para que se pueda quedar con las dos niñas. Empezamos a buscar en diferentes sitios. En Melilla las oportunidades de alojamiento y más ahora, con el coronavirus, son escasas y lo que hacemos es que le conseguimos en el Hotel Ánfora el alojamiento, mientras que intentamos buscarle una solución habitacional, un sitio donde ya poder vivir. ‘Corazón y Manos’ y CLECE asumen el coste de todo lo que signifique poderla ayudar desde este momento hasta que ella pueda tener su casa. Esto fue el martes de la semana pasada”.

Durante la conversación informó también que “una de las cosas que entendíamos que podíamos hacer para ayudar a Dunia de forma real era aumentarle la jornada laboral, es decir, pasarla a una jornada completa, para que ella pudiera pagar el alquiler y vivir dignamente con sus hijas, que es el siguiente paso que ha hecho Alejandro, sobre todo porque necesitábamos garantías para que ella pudiera alquilar el piso. Después de mucho trastear y de mucho andar por las inmobiliarias de Melilla, hemos encontrado este piso, a estrenar, que nos han ofrecido tenerlo ya listo para finales de esta semana, donde Dunia se vendrá a vivir con sus dos hijas. Es la manera que tenemos nosotros a través ‘Corazón y Manos’ de apoyar a aquellos trabajadores nuestros que lo están pasando peor por las diferentes circunstancias que puedan estar viviendo en determinados momentos. Nosotros tenemos dos padrinos en este caso concreto, uno es Alejandro, el encargado, responsable del contrato donde ella trabaja y la otra persona es Nabila, compañera nuestra que es quien detecta el caso y le presta el apoyo permanente para llevarla de un lado a otro, poder atender a las niñas, etc. además de vivir los peores momentos de este suceso, porque fue quien la acompañó a Servicios Sociales para que expusiera su caso, y que según indica, “ante el nerviosismo de la afectada, intenté ser yo quien hablara con ellos y se negaron rotundamente. Me dijeron que no, que tenía que ser con ella, por lo que la metieron en una habitación sola, por el tema del COVID y le comunicaron que le ofrecían una noche en un albergue, donde no le recomendaban ir con las niñas y que, al día siguiente, literalmente ‘se busque la vida’, de hecho, la hija pequeña además, pedía entrar al baño y no la dejaban. Te cierran casi todas las puertas”.

Continúa la Delegada aclarando, que “otra de las cosas que hemos hecho para Dunia es, por un lado, resolver el tema de la estancia, que finalmente ha sido en el hotel Ánfora, donde se han portado muy bien, permitiendo alojarse a las tres por el precio de dos, pero en el hotel no hay cocina, y al estar la cafetería del hotel cerrada por el COVID, Alejandro se ha movido y hemos conseguido que la cafetería Kursaal, ubicada cerca del hotel, le sirva los desayunos que nosotros pagaremos y a través del comedor de San Francisco, se les está ofreciendo todas las comidas diarias hasta que se pueda mudar a este piso”.

Uno de los puntos positivos que remarcan durante la entrevista, es la solidaridad melillense, que ha aflorado en el caso de Dunia y que “con mucho orgullo, podemos decir que activándolo a través de la Asociación conseguimos la mejor cara de Melilla, porque en ningún momento nos hemos sentido solos buscándole las ayudas que necesita. Afortunadamente en Melilla hay mucha gente buena y mucha gente con corazón. Hay mucha gente que quiere poner sus manos para poder ayudar al que lo está pasando peor”, como, por ejemplo, tal como nos cuenta Alejandro, es el caso del cerrajero que acudió al desahucio e hizo el favor de guardarle las pertenencias a Dunia durante una semana en la otra casa, “para que nos dé tiempo de reubicarlas”.

Concluye la Delegada con palabras de agradecimiento, “hemos conseguido ayuda por todos lados, de la parte privada, hemos conseguido el apoyo del Hotel, de la cafetería, del cerrajero, del nuevo casero, que como se ve, este edificio aun no está abierto y le va a dar un sprint para sacarlo adelante lo antes posible”.

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Rosa Mª Martínez

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