En el mismo se asegura que este deporte en Melilla “ha retrocedido -gestionado por empleados públicos como Rachid Bussian, Alfonso Gómez e Ignacio Suárez- a niveles ínfimos, próximos a su desaparición” y que, sin embargo, “tanto podría aportar, bien gestionado, al desarrollo económico, social y deportivo de nuestra ciudad”.
El informe técnico llevado a cabo por la Federación Melillense de Golf sobre el Campo de Golf de nuestra ciudad repasa, punto por punto, todos los problemas que en la actualidad están surgiendo en dicha instalación.
Así pues, son los siguientes:
1. RIEGO
“Tenemos un primer problema con la captación de agua, ya que la lona de cubrimiento del lago no está sobre el agua, sino debajo de esta. Esto provoca que no sepamos la cantidad de agua que hay disponible o incluso si esta lona toca y tapa parte del filtro de auto limpieza (punto de absorción de agua de las bombas). Esto puede ser el motivo de la gran cantidad de averías de las bombas, ya que al no absorber agua se calientan y funden constantemente.
Funciona solo una de las bombas hidráulicas. La comunicación vía internet del cuadro no existe. La caseta de bombeo se cae a pedazos, está apuntalada y peligrosa. No funcionan contadores, filtros, etc. Está prohibida la entrada a dicha caseta.
Se ha averiado el módulo de comunicación entre ordenador de riego y satélites de riego.
2. MAQUINARIA
El estado de la maquinaria es de película de terror. Rota e inexistente.
3. SOBRE EL ESTADO DEL CESPED
Vamos a tratar este apartado por zonas:
1. GREEN
Los greenes ya no son verdes, sino marrones. Han perdido mucha densidad de hierba, están muy altos y el suelo muy compactado. El sistema radicular del césped es muy débil. Algunos como los de los hoyos 3, 5, 7 y 8, presentan señales de secas, donde el césped corre grave peligro de desaparecer.
2. OTRAS ZONAS
Las calles presentan un estado lamentable, con muchas zonas de calvas, malas hierbas y otras con densidad muy pobre, muy duras, no son aptas para el juego.
Los tees de salida están muy compactados y con pérdida de densidad. Con mucho desnivel, haciendo su uso difícil para el jugador. Presentan muchas calvas.
4. BÚNKER. No tienen drenaje, llenos de barro en general. Siendo los del hoyo 3 junto al green y del hoyo 5 también junto al green búnker no aptos para el juego del golf.
5. VALLAS. Están fatal, son un coladero, faltan zonas de valla, se meten todos y de todo por todo el campo. No se arreglan. Hay chabolas alrededor del campo, en los hoyos 1, 2 y 7. Dejan todo tipo de desperdicios y basuras en esas zonas.
6. NAVE. La nave de mantenimiento tiene la cubierta destrozada, los pilares están oxidados y carcomidos, cualquier día se cae algún modulo de la misma. El modulo de la derecha, el de oficinas, esta inutilizado y apuntalado desde hace mucho tiempo.
7. REDES DE SEGURIDAD. Inexistentes desde que el Club Campo de Golf dejara de mantenerlos y se hizo cargo de la gestión del Campo la Ciudad Autonoma. Solo queda el trozo de red que protege la cancha de prácticas, aunque los postes que la sustentan están rotos por el óxido.
8. CANCHA DE PRÁCTICAS. Funciona con diez cubos de bolas, en los mejores días. A veces con seis. Resulta casi imposible practicar en la Cancha. La máquina que expide bolas está averiada.
9. CASA CLUB. No hay servicio de limpieza desde hace un mes. La higiene en época de Covid brilla por su ausencia. Hay suciedad y malos olores. La máquina de uso del Campo de Golf, donde se sacan los greenfes, lleva tres meses sin funcionar. El servicio de restauración, el llamado Hoyo 10, ya no existe”, finaliza el informe.
CONCLUSIONES
Por tanto, visto lo visto, las conclusiones de la Federación Melillense de Golf son las siguientes: “Desde que el Club Campo de Golf de Melilla -tras una denuncia falsa ya desestimada por la Justicia y miedosamente asumida por el Gobierno de la CAM de entonces- y, después, la Federación Melillense de Golf -tras una maniobra administrativa, pública, absolutamente ilegal- fueran apartadas, por razones políticas partidistas, de la gestión del Campo público por la Consejería de Deportes de la Ciudad Autónoma, el golf melillense, que crecía dentro y fuera de la ciudad, ha retrocedido -gestionado por empleados públicos como Rachid Bussian, Alfonso Gómez e Ignacio Suárez- a niveles ínfimos, próximos a la desaparición de ese deporte en Melilla, que tanto podría aportar, bien gestionado, al desarrollo económico, social y deportivo de nuestra ciudad”.
