Con la actual situación del coronavirus en Melilla, con 476 casos activos de Covid-19 aún, dos nuevos muertos que elevan a 70 la cifra de decesos en nuestra ciudad relacionados con esta enfermedad y 21 hospitalizados, de ellos tres en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), parece muy lógica la decisión del Ministerio del Interior de mantener los pasos fronterizos que separan Ceuta y Melilla de Marruecos cerrados mínimo hasta el próximo 31 de marzo, como consecuencia de la crisis sanitaria provocada por la covid-19, según recoge este viernes el Boletín Oficial del Estado (BOE).
El BOE destaca una nueva prórroga de la Orden INT/657/2020, de 17 de julio, por la que se modifican los criterios para la aplicación de una restricción temporal de viajes no imprescindibles desde terceros países a la Unión Europea y países asociados Schengen por razones de orden público y salud pública con motivo de la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19.
La frontera del Tarajal de Ceuta y la frontera de Beni Enzar en Melilla permanecen cerradas desde el pasado 13 de marzo de 2020 coincidiendo con la puesta en marcha del estado de alarma y el confinamiento domiciliario por la covid-19.
Desde entonces, Marruecos únicamente ha aceptado el paso por la frontera de ciudadanos españoles y de otros países de la Unión Europea que permanecían atrapados en su territorio.
Si bien es cierto que las autoridades españolas llevan prorrogando estos cierres desde el verano del año pasado, fue Marruecos el que tomó en marzo la iniciativa unilateral de bloquear los pasos hasta el punto de que miles de personas quedaron atrapadas en ambos lados, muchos de los cuales ya han podido regresar en este año que ha transcurrido desde esa decisión drástica comunicada con tan solo ocho horas de antelación y que hizo materialmente imposible el regreso a sus hogares a muchos de los afectados.
Con el paso del tiempo, ya sea por la apertura de lo que se vino en llamar “pasillos humanitarios” por los puestos terrestres de Beni-Enzar y Tarajal o por los transportes habilitados para ello, como barco y avión, casi todos lo que han querido volver lo han hecho, aunque a un elevado coste dado el gran número de conexiones que han tenido que tomar.
Para la reapertura de la frontera, será clave la situación sanitaria a ambos lados. La vacunación es la esperanza -en Marruecos el proceso está muy acelerado y se espera que en mayo logren la inmunidad de rebaño-. También será decisiva la Reunión de Alto Nivel (RAN) pendiente entre ambos países. De momento, con la actual situación, no queda más remedio que esperar.
