El Sindicato Independiente de Melilla (SIM) ha condenado la quema de dos cabañas del centro de acogida de Rostrogordo, presumiblemente con un líquido inflamable, y exige al Gobierno de la Ciudad que obligue a la empresa encargada del mantenimiento y cuidado de los menores a asumir su responsabilidad. Desde el SIM entendemos que la responsabilidad del cuidado y custodia de los menores acogidos en el recinto del Fuerte de Rostrogordo es de los cuidadores que los tienen a su cargo y, por ende, de la empresa que los gestiona. La organización sindical ha asegurado que los vigilantes de seguridad del recinto llevan mucho tiempo exigiendo que se arreglen muchos de los desperfectos que existen en el Fuerte, como las luces de alumbrado fundidas, los agujeros practicados en la alambrada perimetral, la valla de control de acceso o la puesta en marcha de las cámaras de seguridad, por lo que esperamos que no se responsabilice a estos trabajadores de dichas acciones ya que las circunstancias en las que deben realizar su trabajo no son las más adecuadas.
Según el SIM “a diferencia de lo que ocurre en Purísima, que como muy tarde a las doce de la noche ya no hay ninguno fuera de sus módulos, los menores del Fuerte de Rostrogordo siguen danzando a sus anchas a altas horas de la madrugada, e incluso, salen y entran del recinto por esos agujeros en la alambrada”.
Situación dantesca
La situación del Fuerte de Rostrogordo es, a juicio del sindicato, dantesca, porque a la quema del sábado de la cabaña, hay que sumarle la rotura de una de las paredes de cristal de una de las pistas de pádel o el estercolero en que se ha convertido la parte trasera de las casetas cerca de los aseos, a lo que hay que sumar el robo y decapitación de las aves rapaces.
Asimismo, desde el sindicato señalan que esperan que los bomberos comprueben que existe un protocolo antincendios, que debe haber en el recinto, y si se cumplió por parte de la empresa concesionaria, tanto de seguridad como de cuidadores.
Por todo ello, desde el SIM exigen a los responsables políticos que depuren todas las responsabilidades posibles, “porque se han puesto en peligro vidas humanas y se está destrozando patrimonio de la Ciudad”.
