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Fieles a su Bandera Ceutíes fallecidos en 1921

“En este año desde Melilla rendimos homenaje a todos aquellos hombres que entregaron en un ya lejano 1921 el más preciado de los bienes: la vida.

Fieles hasta las últimas consecuencias con el juramento que prestaron ante la Bandera.

Nuestro más sincero agradecimiento a todos ellos. Merecen ser conocidos y reconocidos por todos.

En tanto que se les recuerde, su nombre no será olvidado.”
Joaquín Carrasco Egaña
Alférez de Infantería de la Policía Indígena de Melilla
Nació el 23 de enero de1883.

Hijo de Joaquín Carrasco Navarro (general de brigada) y de Manuela Egaña.

Con residencia en Melilla.

Contrajo matrimonio con Josefa Quintero Oronda el 1 de noviembre de 1910
Valor: Acreditado.

Causó baja en el Ejército el 24 de agosto de 1921.

Destinos:
Regimiento de Infantería San Quintín nº 47.

Regimiento de Infantería Mallorca.nº 13.

Batallón Disciplinario de Melilla.

Regimiento de Infantería África nº 68.

Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas Melilla nº 2.

Brigada Disciplinaria de Melilla.

Batallón de Cazadores Ciudad Rodrigo nº 7.

Regimiento de Infantería Menorca nº70.

Batallón de Cazadores de Lanzarote nº21.

Tropas de la Policía Indígena de Melilla (6ª Mía en Tauriat Hamed

Recompensas:
Este oficial fue ascendido desde el empleo de suboficial con arreglo a la Ley de 29 de junio de 1918.

Medalla conmemorativa de la “Campaña de Melilla”.

Seis Cruces de Plata del Mérito Militar con distintivo rojo pensionadas con 7,50 (dos) , 25 (dos), 10 y 15 pesetas.

Pasador del “Kert” sobre la Medalla de Melilla.

Dos Cruces de 1ª Clase del Mérito Militar con distintivo rojo.

Se otorgó a su viuda una pensión anual de 3.500 pta.

En 1924 se concedió a sus hijos: Joaquín, José y Manuel Carrasco Quintero una pensión denominada ración de África de 470 pesetas mientras permaneciesen en África.
† 23 de julio de 1921(16:00), herida por arma de fuego.

Panteón de Héroes, fila 5, nicho 10.

Rafael Montero Cabañas
Capitán de Infantería del Regimiento Infantería Melilla nº 59
Nació el 21 de marzo de 1893.

Soltero, 28 años; hijo de Juan Montero Montero (general de brigada) y Natividad Cabañas Blas-Garoz.

Ingresó en el Ejército el 29 de agosto de 1909.

Antigüedad en el empleo:12 de agosto de 1918.

Causó baja en el Ejército el 21 de junio de 1922.

Le fue otorgada a su madre una pensión anual de 6.000 pta.

Dicha pensión es en permuta de la que en cuantía de 2.000,20 pesetas anuales que le fue otorgada en 28 de septiembre de 1917 como viuda del general de brigada Juan Montero Montero.
† 24 de julio de 1921, herido por arma de fuego en la posición de Ulad Aisa (Beni Said).

Se le dio sepultura el 11 de mayo de 1922.

Patio 3, fila 2, nº 17 propiedad.

Luis Arjona García
Teniente de Infantería (E.R.R.) del Regimiento de Infantería Melilla nº 59
Nació el 27 de mayo de 1889.

Soltero; hijo de Francisco Arjona Toro (capitán de Infantería) y de Carmen García Castaños.

Estatura: 1,54 m.

El 1 de marzo de 1904, prestó juramento de fidelidad a la Bandera.

Causó baja en el Ejército el 18 de noviembre de 1921.

Destinos:
Regimiento de Infantería Extremadura nº 15.

Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas Larache nº 4.

Regimiento de Infantería Navarra nº 25.

Regimiento de Infantería Melilla nº 59.

Recompensas:
Dos Cruces de Cruz de Plata del Mérito Militar con distintivo rojo: una sencilla y otra pensionada con 7,50 pesetas mensuales.

Medalla Militar de Marruecos con los pasadores de “Larache” y “Melilla”.

Observaciones:
El 21 de julio de 1921, se encontraba acampado en Cheif; con motivo de los sucesos ocurridos en el territorio de Melilla.
† 9 de agosto de 1921, herida por arma de fuego en Monte Arruit.

Enterrado el 27 de octubre de 1921, en el patio 25, fila 3, nº 18.

El 4 de abril de 1929, se trasladan los restos al Panteón de Héroes, fila 5, nicho 2.

Ángel Cándido Estévez
Sargento de Infantería del Regimiento de Infantería Granada nº 34
De 32 años; hijo de Diego y María.

Casado con África López Gutiérrez.

Se le concedió a su viuda una pensión anual de 1.788 pta.
† 5 de octubre de 1921, herida por arma de fuego falleciendo en el campo de batalla.

Parcela 19, fila 1.

Francisco Menéndez Arango Detrell
Capitán de Infantería del Regimiento de Infantería Extremadura nº 15
Nació el 4 de marzo de 1883.

Casado, 38 años; hijo de Calixto y Dolores.

Ingresó en el Ejército el 28 de marzo de 1899.

Antigüedad en el empleo: 29 de marzo de 1913.

Causó baja en el Ejército el 21 de diciembre de 1921.
† 7 de noviembre de 1921 (19:30), herida por arma de fuego en Iguerman; 2º Grupo de Hospitales Militares. Recibió los Santos Sacramentos.

Galería A, fila 4, nº 6.

El 5 de septiembre de 1922, sus restos fueron trasladados al cementerio de Tarifa.

La Voz
25 de julio de 1921
Los refuerzos de Ceuta a Melilla
Ceuta, 23.- A consecuencia de lo ocurrido en Melilla, hechos que así se desconocen en absoluto y sobre los cuales circulan todo género de exageraciones, han salido fuerzas para aquella plaza.

La columna expedicionaria la forman dos banderas del Tercio Extranjero, con ametralladoras, y el tren regimental, mandadas por el teniente coronel Sr. Millán Terreros; dos tabores del Grupo de Regulares de Ceuta, con su compañía de ametralladoras y tren regimental, mandadas por el teniente coronel González Tablas; una ambulancia de Sanidad y una batería de montaña.

Todas estas fuerzas van mandadas por el general Sanjurjo, y a media noche saldrán a bordo del “Ciudad de Cádiz”, de la Transatlántica, y el “Escolanpo”, de la Transmediterranea.

El Tercio de Extranjeros. Época Fundacional (1920-1934)
Trápana. Revista de la Asociación de Estudios Melillenses (2020)
Isabel Mª Migallón Aguilar
Eduardo Sar Quintas

El 21 de julio, se recibe la noticia de que en Annual a 100 kilómetros de Melilla, ha ocurrido un desastre y el general Silvestre se ha suicidado. Todo apunta a que de la guarnición de la Comandancia no queda nada; el ejército derrotado y la ciudad asustada, temiendo de un momento a otro la llegada de los rifeños. La poca fuerza que había era insuficiente para defenderla mientras seguían llegando fugitivos desde Annual y de otras posiciones, que sembraban el pánico en la ciudad.

A las dos de la mañana el teniente coronel Millán Astray recibe en Robba el Gozal la orden de acudir en defensa de Melilla, con una de las dos Banderas y que salga de inmediato hacia el Fondak de Ain Yaddida. Le toca a la 1ª Bandera y a las cuatro de la mañana emprende la marcha.

La IIª Bandera encontrándose en Ben Karrich recibe orden de trasladarse por sus medios y con urgencia a tetuán.

La marcha es dura, la lª Bandera que duerme en Fondak tras más de 60 kilómetros a pie, se la urgen para continuar a fin de llegar a Tetuán al amanecer del día 22. La tropa está destrozada. Se toca diana a las tres de la madrugada y poco después se reemprende la marcha. Sobra las diez de la mañana llegan a Tetuán.

En tren son llevadas las dos Banderas a Ceuta, donde embarcan en el Ciudad de Cádiz, a los acordes de la Madelón, interpretada por la Música del Tercio que también les acompaña. Con ellas va su teniente coronel, los comandantes jefes de las Banderas, Franco y Fontanés. Al mando del convoy el general Sanjurjo.

En otro barco marchan dos Tabores de Regulares de Ceuta nº 3, al mando del teniente coronel González Tablas. Son despedidos por el Comandante General de Ceuta quien en una breve alocución les explica lo sucedido en la ciudad hermana de Melilla.

Cuando el Ciudad de Cádiz atracó en Melilla a las tres de la tarde del día 24 de julio, una explosión de alegría se apoderó de la población, produciéndose numerosos abrazos entre civiles y militares y el griterío de los niños constituía la música de fondo de un acontecimiento tan reseñable que quedará esculpido en los anales de la historia de Melilla.

Toda la población se encontraba en el muelle y las murallas del puerto aparecen llenas. Fue un recibimiento triunfal. La Música del Tercio volvió a interpretar la Madelón. Los legionarios sucios, sin afeitar, la coreaban. Para los melillenses e la primera noticia buena después de haber vivido varios días que podrían ser calificados como “espantosos”.

El Telegrama del Rif
5 de octubre de 1921
Los Regulares de Ceuta han perdido seiscientos hombres
Un rumor infame
Entre las versiones fantásticas, muchas de ellas villanas, que suelen ponerse en circulación a raiz de un combate, se propagó el lunes la de haber desertado una compañía del bravísimo Grupo de Regulares de Ceuta.

La falta noticia llegó hasta el General en Jefe, produciéndole la misma indignación que a cuantos conocen la conducta fidelísima y heroica de esos indígenas, que a las órdenes de una brillante oficialidad y batiéndose siempre en las vanguardias, ha escrito páginas muy gloriosas en su historial.

Cerca de 700 hombres contaban los dos tabores cuando al mando de González Tablas desembarcaron en Melilla, a la una de la tarde del 24 de julio, con el Tercio de Extranjeros de Millán Astray, dispensándoles el pueblo clamoroso recibimiento.

Inspiraban confianza grande, no obstante ser la mayoría oriundos del Rif, y ni un momento, ni un instante dieron motivo para la más pequeña sospecha.

Fieles al compromiso contraído han luchado y luchan por la causa del orden y de la civilización, lema de España en la empresa marroquí, y unos han muerto y otros han vertido generosamente su sangre con igual abnegación que los soldados españoles.
¡Y sabe el lector cuantos quedan de los setecientos!
Apenas forman hoy cien hombres. Los demás perecieron en la lucha o curan sus heridas en los hospitales.

El día que España rinda homenaje al bravo ejército de África, hará especial mención a estos indígenas, que como otros muchos indígenas han sabido sacrificarse en su servicio con acrisolada lealtad.

El Telegrama del Rif
12 de mayo de 1922
Sepelio de los restos de unos héroes

En uno de los reconocimientos efectuados estos días por la policía indígena en diversos lugares de la cábila de Beni Said, fueron encontrados los gloriosos restos del capitán don Rafael Montero Cabañas, teniente don Juan Marco Mir, alférez don Antonio Ruiz Bru y suboficial don Enrique Sancho Soto, todos pertenecientes al regimiento de Melilla, que, hallándose en la posición de Ular Aisa, durante los sucesos de Julio, sucumbieron heroicamente luchando contra los rebeldes.

Ayer tarde tuvo lugar la triste ceremonia de dar sepultura a los sagrados restos revistiendo el acto gran solemnidad.

Presidieron el duelo el coronel de la Oficina Indígena, Sr. Lasquetti, tenientes coroneles Capablanca, Vera y Nieto; el padre del teniente Marco, profesor mayor de Equitación don Juan Marco Rocamora. Vicario castrense, Sr. Mazas; el hermano del capitán Montero, don Juan; comandante mayor de Melilla, don Adolfo Felipe y don Emilio y don Miguel Sancho Soto.

Asistieron a la triste ceremonia comisiones de todos los Cuerpos y muchos amigos y compañeros.

El capellán de la necrópolis, Sr. Ontiveros, rezó solemne responso. Los féretros iban envueltos en banderas de los colores nacionales.

Descansen en pasa los héroes de la Patria y reciban sus apenadas familias nuestro más sentido pésame.

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