La Policía Nacional ha detenido a un individuo que, supuestamente, lideraba una red que explotaba sexualmente a mujeres marroquíes en situación irregular en España, el cual ya se encuentra en prisión provisional tras pasar a disposición judicial. La Jefatura Superior de Policía de Melilla ha informado de que esta actuación de la Unidad Contra las Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales (UCRIF) también ha identificado a dos mujeres que colaboraban con el detenido, sobre las que hay una orden de localización y detención al encontrarse en Marruecos. La detención tuvo lugar el pasado día 18 y ha supuesto la desarticulación de esta red, que operaba en varias viviendas de un edificio del centro de Melilla, que eran utilizadas tanto para alojar a las mujeres explotadas como para que se produjeran los encuentros sexuales con los clientes.
Al mismo tiempo, los clientes consumían drogas de manera habitual, algunas veces incluso en presencia de un niño de cuatro años hijo de una de las mujeres explotadas.
Las víctimas eran previamente captadas en Marruecos mediante engaño bajo falsas promesas de trabajo, función que realizaba una de las dos mujeres identificadas por la Policía, mientras que la otra era colaboradora del principal investigado.
La red aprovechaba la extrema situación de necesidad y vulnerabilidad social, familiar y económica de las víctimas, que eran explotadas en el ejercicio de la prostitución en condiciones de un control absoluto, pues el proxeneta llegaba a controlar incluso sus relaciones con personas fuera de edificio.
Además de la mitad del dinero obtenido por cada servicio sexual, el detenido cobraba a las mujeres 500 euros mensuales por el alojamiento y les dispensaba un trato “autoritario y amenazante”, profiriéndoles continuos gritos, insultos e incluso llegando a la agresión física en algún caso.
El detenido se valía de la condición de irregularidad de las mujeres para amenazarlas con expulsarlas del edificio y denunciarlas a las autoridades para su deportación a Marruecos, sabedor de que estas carecen de otro medio de subsistencia en Melilla, de manera que ninguna se atrevía a poner los hechos en conocimiento de la Policía.
El caso lo lleva el Juzgado de Instrucción número 5 de Melilla que, en vista de todo lo actuado y de las evidencias existentes, ha decretado el ingreso en prisión del detenido, un marroquí de 38 años y con dos detenciones anteriores por hechos similares.
La investigación continúa abierta a la espera de efectuar más detenciones por parte de la UCRIF.
