Este sindicato mayoritario en prisiones, quiere poner en conocimiento de la sociedad la situación en la que se encuentra el Centro Penitenciario de Melilla. Según los datos facilitados por la administración penitenciaria, a petición de ACAIP-UGT, la media de edad en el Centro Penitenciario de Melilla de los trabajadores se sitúa en los 53 años, siendo la media nacional de 49 años. El sindicato asegura que “esto evidencia la necesidad urgente de completar las más de 2500 vacantes que existen en Instituciones Penitenciarias para, por un lado, reducir esta media de edad con las nuevas incorporaciones, y por otro, adelantarnos a las jubilaciones que se prevén en los próximos años y suplir a los compañeros que pasen a segunda actividad”.
“El programa de vacunación diseñado para instituciones penitenciarias con la vacuna de AstraZeneca, deja fuera del mismo a todos los nacidos con anterioridad a 1966”, según indica este sindicato, añadiendo que “con estos datos, gran parte de los trabajadores de la Prisión de Melilla van a quedarse fuera”.
Por este motivo, desde ACAIP-UGT han solicitado tanto al Ministerio, como a la Consejería de Sanidad de Melilla, que se prevea esta circunstancia y se programe, con las otras vacunas disponibles, una estrategia para que todos los trabajadores penitenciarios puedan quedar protegidos de manera simultánea ante la COVID 19.
“Hay que destacar que uno de los principales vectores de contagio en un entorno cerrado como es una prisión es el personal que accede desde el exterior”, aseguran, por lo que no tener en cuenta la media de edad de los trabajadores penitenciarios, y la vacunación completa de todos ellos, “podría suponer que no se cumpliera el objetivo de preservar la salud de internos y trabajadores al quedar, prácticamente, la mitad de la plantilla sin poder acceder a la vacuna de AstraZeneca”.
