La Guardia Civil ha sorprendido en el puerto de Melilla a cuatro inmigrantes de origen magrebí que intentaban viajar de manera irregular en el barco de Málaga escondidos en un hueco del casco, donde estaba instalada la bita de proa para el amarre de la embarcación. En una nota de prensa, la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla ha informado de que los hechos ocurrieron en la noche de este jueves, poco antes de la salida del buque con destino al puerto de Málaga, cuando los servicios de seguridad del puerto sospecharon que en dicha zona del buque podría haberse introducido alguna persona. En una nota de prensa, la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla ha informado de que los hechos ocurrieron en la noche de este jueves, poco antes de la salida del buque con destino al puerto de Málaga, cuando los servicios de seguridad del puerto sospecharon que en dicha zona del buque podría haberse introducido alguna persona.
El Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS) fue activado y una patrulla acudió al lugar con inmediatez con la embarcación oficial para comprobar la incidencia, momento en el que hallaron a cuatro varones, mayores de edad, de nacionalidad marroquí e indocumentados.
Los cuatro, que se encontraban en buen estado, llevaban sus ropas mojadas y no disponían de ninguna medida de seguridad, lo que hubiera supuesto un riesgo añadido por las bajas temperaturas, el viento reinante y la duración de la travesía, del orden de unas siete horas, además de cualquier otra contingencia que pudiera surgir de imprevisto por las condiciones de la mar.
Para acceder a ese lugar, que se encuentra a unos cuatro metros de altura desde el mar, los cuatro inmigrantes llegaron a nado hasta el buque desde algún punto cercano y utilizaron una escalera artesanal provista de garfios en la parte superior.
El instituto armado ha mostrado su “seria preocupación” por el “serio riesgo” para la integridad física que suponen los intentos de los inmigrantes por llegar a la península como polizones debido a estas circunstancias y porque la mayoría de los intentos se realizan de noche, siendo más difícil su localización y auxilio.
Durante el pasado mes de febrero, la Guardia Civil realizó diversos servicios de este tipo, por las que auxilió a 20 inmigrantes, evitando que pusieran su integridad física en riesgo.
