El Melilla C.D. y el Juventud de Torremolinos empataron sin goles en la matinal de ayer sábado en el Campo Federativo de La Espiguera, en un choque muy competido pero de pocas ocasiones de gol, por lo que el reparto de puntos hizo justicia a lo ocurrido en el terreno de juego. Sin embargo, la ocasión más clara del partido fue para los locales, en un mano a mano de Chibi, en el minuto 7, con el cancerbero visitante, pero éste le ganó la partida en la boca de gol.
Por su parte, el cuadro malagueño no fue capaz de poner en serios apuros en la primera mitad al meta Jesús, que tuvo que ser sustituido en el minuto 40 por una lesión de espalda, mientras que el local Fran Bueno cerró el primer tiempo con un potente chut desde fuera del área que salió fuera, bastante alto.
La reanudación ganó en emoción, por la gran intensidad que mostraron ambos conjuntos, y además los cancerberos tuvieon más trabajo, aunque fue en los últimos veinte minutos, ya que Iván, defensa del Melilla C.D., salvó debajo de los palos un remate manso de Gerrit, y en el 86’ el meta malagueño despejó en una gran intervención un potente chut de Lucas Ligio, el mejor del partido, tanto por su incidencia en el juego como por su peligrosidad en ataque.
Un minuto después, el propio Lucas Ligio fue el protagonista de la acción polémica del partido, ya que solicitó un posible penalti tras ser derribado dentro del área visitante por un defensor, pero el colegiado, muy atento a la jugada, mandó seguir el juego y además le mostró la segunda tarjeta amarilla y por consiguiente la expulsión que le impedirá jugar en Antequera este próximo sábado.
En los instantes finales, el Juventud de Torremolinos apretó con balones largos y en la última acción del encuentro, el meta melillense Gonzalo atajó un disparo colocado y flojo de Víctor.
