Monotemas hasta la cansina saciedad por parte y arte de todo el arco informativo. El 8M, las fricciones de la coalición, los “deméritos”, el covid o jacovid de marras, juicios sobre corrupción aderezan a diario pantallas y ondas para deleite de pocos, cabreo y enmerdar-manipular o clarificar según intereses la inmediatez en los efectos del ideario.
Sigo pensando este 8M es atípico y mejor no celebrarlo con actos que llamen a concentraciones donde harto difícil es controlar el número de asistentes. Claro que es un derecho fundamental el de manifestarse pero el movimiento transversal feminista ha de hacer lo imposible para no favorecer el indeseado contagio siendo sus reivindicaciones más justas y necesarias que nunca. Tiempo hay para seguir celebrándolo y convertir en realidad y avance sus justas demandas. No lo ha puesto nada fácil el delegado de gobierno de Madrid pues hay motivos para ver el agravio al permitir otras “ movidas ” y como se intenta criminalizar al movimiento para satisfacción de los retrógrados derechosos, pero se hace preciso demostrar la coherencia y favorecer el derecho a la salud por salud democrática. De las fricciones de la coalición de gobierno qué decir, pues nos esperan, tiempos convulsos, desmarques, protagonismos de diferencias programáticas que irán in crescendo según se vaya aproximando el horizonte de nuevas contiendas electorales. Mientras tanto, y sin haber alternativa seguir recorriendo el camino tortuoso, esperanzado en que predomine lo que une por el bien de lo público y de quienes más necesitan ilusionarse y verle sentido a este viaje comedia y tragedia inevitables.
Los “deméritos” continúan al alza. La familia de real abolengo haciéndole flaco favor al trabajo honesto del Rey Felipe, demostrando vivir en una burbuja apartada de la realidad del españolito de a pié, dando rienda a sus privilegios consentidos cuando no tapados. No quiero creer actúen con conciencia del daño que le hacen a la Corona y que lo sea por despecho a su status al perder el tratamiento del que gozaron. Pero, váyase a saber…
Juicios y juicios, causas y encausados, vistas y revistas, inundan el solar patrio. Bárcenas, Villarejo aspiran a seguir en la cresta de la ola y se lo podemos bien fácil . Demasiada presunción cuando los hechos cantan ante una Justicia lenta como la santa madre que la parió. Verdad es que hay que estudiar un Máster para entender ante ese lenguaje rimbombante que no llega al pueblo llano y si lo hace nubla nuestro saber generalista y estándar medio Y es que algunos listos son de otra tribu por encima del rebaño.
Del covid, referencias hasta en la sopa de letras. Calendarios territoriales, autonómicos , rastreos y testeos en el olvido, vacunas por aprobar, cepas y cepas allende del mar, olas por bajar, fiestukis por doquier marca “desalmados”, esperanza y ese salir del túnel largo, demasiado oscuro.
Al margen de los monotemas, no eludo expresar mi preocupación por las secuelas físicas y psicológicas en mis conciudadanos provocadas por el puto virus. Las dudas e incertidumbre ante el no saber por cuanto tiempo al vacunarnos estaremos inmunizados. Como aumentan las depresiones y los más que intentos de suicidio, las desavenencias familiares, la violencia doméstica, la falta de horizonte, demasiadas faltas El panorama asusta y no nos queda más que hacerle frente y para ello unir y sumar motivaciones que llegan a cuenta gotas, empatizando y poniendo a descubierto nuestra grandeza como pueblo y solidaridad. El patio anda revuelto, en exceso alterado y lo que es imperdonable y así lo interpretará la historia es “ intentar sacar rédito político” ya por un año a este escenario donde la vida ha de ser lo primero porque sin ella se deja de estar no acompañándote ni esperanza ni recuerdos, ese injusto y maldito silencio. Pero aprenden poco dominando el resultado de la cortedad, bochornoso espectáculo.
Saludos mis amigos, mis deseos de ir avanzando y mi privilegio de contarlo y por ello, agradecido, desde mi cotidiana atalaya, mi libertad.
