El sindicato asegura que se torna insostenible para los habitantes y trabajadores de la seguridad privada del Centro de Estancia Temporal, la situación que se está viviendo durante estos últimos tiempos en relación a los menores no acompañados, instando así a la Delegación del Gobierno a que tomen las medias oportunas, ya que éstos están generando gran inseguridad en la zona con su actitud. Informan además, que mientras el resto de ciudadanos a las 22:00h se recoge por el toque de queda, estos menores se lo saltan a la torera, sin cumplir ninguna de las medidas de seguridad impuestas por la pandemia y sin que nadie les controle. En nota de prensa aportada a este Diario, representantes de UGT de los trabajadores de la seguridad privada del C.E.T.I denuncian “la difícil situación que se está viviendo a diario en este servicio, debido a los innumerables problemas que están teniendo con los menores no acompañados, que han hecho de la puerta de acceso al centro de estancia, su lugar de ocio”.
El sindicato asegura que se están creando muchos problemas derivados de la conducta de estos menores, que intimidan a diario a las personas que habitan y que pretenden acceder al centro, insultando e incluso arrojándoles piedras, asegurando además que lo han hecho, “en alguna ocasión, a los vigilantes de seguridad, pues estos frustran en la medida de lo posible que trapicheen en las inmediaciones del centro”.
La pasada tarde del domingo 7 de marzo, indican que se produjo una fuerte reyerta entre menores no acompañados, afirmando que “se formó una auténtica batalla campal en la entrada del centro”.
El servicio de vigilancia intervino reteniendo a varios causantes de la misma para que cesaran su actividad, “pues vieron peligrar la integridad de los residentes que pretendían acceder al centro y los bienes materiales del mismo, ya que los MENA arrojaban piedras de gran tamaño”, apuntan.
Durante el registro de seguridad para la puesta a disposición de la Guardia Civil, a la que se había llamado previamente, se halló un arma blanca de gran envergadura y un bloque de hachís, que fueron entregadas a la Guardia Civil a su llegada.
Por otro lado, también han querido hacer mención, al incumplimiento del toque de queda, “pues mientras el resto de los ciudadanos se hallan confinados en sus casas cumpliendo la ley, éstos permanecen a diario en las inmediaciones del centro después de las 22:00, sin mascarillas y poniendo en compromiso o insultando a los residentes del Centro Temporal de Inmigrantes desde el exterior, ya que la puerta de acceso a dicho centro está hecha de rejillas y pueden mantener un contacto visual con los habitantes del mismo”.
A diario y como fuerza de reacción primaria el servicio de seguridad los invita a marcharse, pero en muy pocas ocasiones se les hace caso. Por lo que se tiene que solicitar la presencia de la Guardia Civil, que los disipa, aunque una vez se marchan éstos, vuelven, hasta que se cansan finalmente en la madrugada. “Los vigilantes de seguridad están cansados de esta situación, pues ya tienen suficiente con la resolución de los problemas internos del centro como para tener que lidiar con el exterior del centro, no siendo este de su competencia. Por lo que solicitan a Delegación de Gobierno, tomen las medidas necesarias para paliar el problema. Pues a diario peligra la integridad de los residentes del centro que pretenden hacer una vida normal y la de los trabajadores del mismo”, declaran.
