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El PP defiende que se tendría que haber pensado en el futuro del turismo para la realización del contrato marítimo de Melilla

El diputado del PP y vicepresidente segundo de la Asamblea de Melilla, Daniel Conesa, compareció ayer en una rueda de prensa para hablar de la situación del nuevo contrato marítimo de Melilla, donde además destacó la compleja situación sanitaria que atraviesa la ciudad, haciendo hincapié en la “ineficacia de las medidas” y “el lento proceso de vacunación”.

Daniel Conesa explicó en el comunicado que el próximo día 1 de abril entra en vigor el nuevo contrato marítimo después de estar 11 meses sin uno que regulase la prestación del servicio público de la línea marítima de Melilla a la península, exceptuando el contrato de emergencia que tuvo que hacerse para evitar el desastre de conexión en el que la línea de la ciudad estaba sumida. En este sentido, quiso mostrar su agradecimiento a las compañías ferroviarias que han hecho un esfuerzo por mantener la conexión
“Este contrato supone la pérdida de una oportunidad para asentar las bases de un acuerdo que esté adaptado a las circunstancias actuales. Se deben tener en cuenta las necesidades de esta situación y, por ello, haber realizado un contrato que permitiera ver en el horizonte de la pandemia”, añadió el diputado.

Además, quiso resaltar que el objetivo era establecer una política de precios del contrato que permitiera realizar una oferta sobre todo para los no residentes y que permitiese favorecer al turismo procedente de la península. “Con las políticas establecidas en él no se va a favorecer los precios para los no residentes ni, por lo tanto, al turismo. Los precios que se mantienen son los del anterior contrato, que se realizó en unas circunstancias completamente distintas. También cabe destacar algunas de las subidas más importantes. Por ejemplo, el camarote de una persona que antes costaba 114 euros, ahora vale 185. Lo mismo ha sucedido con el precio de la butaca estándar, cuyo incremento se ha producido de 31 a 50”.

Por otra parte, resaltó que uno de los aspectos más negativos de este contrato es la reducción de frecuencias, lo que supone un gran retroceso tanto para residentes como para los no residentes, lo que además afecta a una posible promoción turística de cara al futuro.
“Perdemos una frecuencia en Málaga y 4 en Almería. Esto supone un gran retroceso. Se debería haber trabajado en este contrato pensando en el momento de levantamiento de las restricciones para ir agilizando el turismo de cara al futuro”. Del mismo modo, añadió que se debería estar planificando el momento posterior al levantamiento de las restricciones, sobre todo de cara a la promoción turística. “Cuando los melillenses podamos hacer una vida más o menos normal, se van a notar las limitaciones y carencias del contrato mencionadas anteriormente. En él no se han tenido en cuenta las circunstancias, por lo que no cuenta con un presupuesto suficiente para la “nueva normalidad” basada en la imposibilidad de desplazamiento o el cierre de la frontera, y eso se tenía que haber previsto”.

A pesar de ello, reconoció que los buques que incorporados al servicio son de gran calidad, destacando el de la compañía Balearia, Hipatia de Alejandría, con grandes prestaciones. “Esto nos va a ayudar a paliar el retroceso ocasionado por este nuevo contrato”, añadió el vicepresidente segundo.

Salud pública
Respecto a la difícil situación sanitaria que atraviesa la ciudad, destacó el clamor popular existente tanto en la ciudadanía de a pie, como en los ciudadanos muy implicados, como pueden ser sindicatos o sanitarios, contra la gestión que se está realizando sobre la pandemia. “A pesar de todas las medidas que se han tomado, Melilla se sitúa a la cabeza en la tasa de contagio a nivel nacional, con una incidencia acumulada de 390 casos por cada cien mil habitantes, muy por encima de la media española”.

En este sentido, afirmó que la vacunación progresa inadecuadamente y que así lo reflejan los datos. “Al ser una ciudad cerrada por mar, aire y tierra, deberíamos tener un control mucho más efectivo y sencillo, pero no lo está siendo. Esto muestra que algo está fallando, pueden ser las medidas o los ciudadanos.

Del mismo modo, añadió que de poco sirve la llegada de 2.300 vacunas de Pfizer cuando las medidas se muestran que son insuficientes para controlar el alza de contagio de la población.

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Sandra Martínez

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