Es lamentable que, mientras cada día se infectan miles de personas, mueren decenas de ellas y la economía del país se hunde cada vez más, haya políticos, en este caso del PSOE y Cs, que están pensando en montar su particular Juego de Tronos. ¿Por qué dan lecciones de moralidad a su oposición en Melilla pidiendo unidad, cuando en otros lugares de España hacen todo lo contrario, pertrechados en la trinchera para disparar en la línea de flotación de los gobiernos de sus rivales políticos? Probablemente, porque no les importa nada, salvo los sillones Ayer continuó la resaca del terremoto político que empezó el miércoles en Murcia con la moción de censura de Ciudadanos y PSOE contra el PP, y que tuvo después un efecto dominó en Castilla y León y Madrid, del que se salvó Andalucía. Una resaca en la que muchos expusieron su particular punto de vista, obviamente interesado por sus siglas políticas, y que en Melilla dejó un par de frases que aquí traemos:
“Las mociones de censura son un instrumento democrático y un instrumento constitucional. Por supuesto, se trata de que diversos partidos políticos lleguen a acuerdos y materialicen esa moción de censura” (Gloria Rojas, secretaria general del PSOE).
“La labor de la oposición es criticar y así lo hace, pero en la pandemia creo que debería haber sido otra. Cuando termine la pandemia, ojalá que pronto, todos tendremos que echar un vistazo atrás y ver en qué punto estuvo y qué hizo. Si remó o no, si llamó a caceroladas o no, si trabajó en pro de la ciudadanía melillense. Es un ejercicio reflexivo que tendrá que hacer cada uno” (Mohamed Mohand, consejero de Salud Pública, también del PSOE).
Un mensaje, el del consejero, que va en la misma línea que el del presidente Eduardo de Castro en Navidad, cuando pidió unidad para hacer frente al reto de hacer frente a los daños ocasionados por la crisis sanitaria porque esta pandemia «es una guerra epidemiológica, no ideológica». «Aquí no caben ni siglas ni colores políticos. Ya habrá tiempo para ello. Pero ni ha sido, ni es, momento de reproches ni de ataques desde la oposición. Sí de críticas, a ser posible, constructivas. Son momentos de sumar, no de restar. De arrimar el hombro. De ayudar: no a los gobernantes, sino a los ciudadanos tanto desde el Gobierno como desde la oposición”.
Parece obvio que los puntos de vista del Mohand y De Castro chirrían con el expresado por Rojas y, sobre todo, con lo que han hecho sus partidos, Cs y PSOE pasando al ataque en Murcia, provocando ese terremoto del que hablábamos al principio, y provocando una inestabilidad que es, desde luego, lo que menos se necesita cuando aún no nos hemos recuperado de la tercera ola de la pandemia.
Es lamentable que, mientras cada día se infectan miles de personas, mueren decenas de ellas y la economía del país se hunde cada vez más, haya políticos, en este caso del PSOE y Cs, que están pensando en montar su particular Juego de Tronos. Quizá por eso, la primera preocupación de Rojas al ser preguntada por ello fue recordar que la moción de censura es “un instrumento democrático y constitucional”. No está en duda la legalidad o legitimidad de la moción de censura, sino el momento elegido para utilizarla, que es cuando peor está el país en el aspecto sanitario, el económico y el social. ¿Por qué dan lecciones de moralidad a su oposición en Melilla pidiendo unidad, cuando en otros lugares de España están haciendo todo lo contrario, pertrechados en la trinchera para disparar en la línea de flotación de los gobiernos de sus rivales políticos? Probablemente, porque no les importa nada, salvo los sillones bien remunerados.
