Los 18 del Tiétar, ayuda a entender la secuencia de acontecimientos ocurridos desde primeros de junio hasta el 11 de agosto de 1921, día de la rendición de Monte Árruit, a través de 18 soldados de origen castellano, que podrían encarnar a cualquiera de los más de ocho mil procedentes de toda España, que se dejaron la vida en aquellas dolorosas semanas de hace ahora un siglo. Este verano se van a cumplir los cien años de un acontecimiento que acabó sacudiendo los cimientos de España, hasta el punto de que, diez años después, tiraba por los suelos el sistema de monarquía parlamentaria, para sustituirlo por el republicano.
Hoy día, a nadie se le escapa que el Desastre de Anual puso de relieve las carencias que venían arrastrándose desde la pérdida de las colonias de Ultramar, en 1898, los errores cometidos y el declive de la que fue la primera potencia mundial dos siglos antes. Pero hizo falta el golpetazo sangriento, la derrota estrepitosa del ejército en el sector oriental del Protectorado, para que se afrontara la situación bélica con un renovado criterio que permitió, entre otras cosas, acabar la guerra en 1927 y poder comenzar la labor de Protectorado a la que España se había comprometido ya desde 1906.El ejército que ganó esa guerra nada tenía que ver con el que sufrió la derrota de Anual; pero es que la mentalidad de toda la nación había evolucionado, también era distinta a la de aquel verano de 1921.
Anual fue, pues, el revulsivo violento que, a costa de miles de muertos, ayudó a empujar a los españoles hacia la modernidad de mediados del siglo XX y, también, contribuyó a hacer de Melilla la indiscutida capital oriental del protectorado en Marruecos.
