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GOLF-JUSTICIA

El Juzgado de lo Social declara nulos los despidos de los tres trabajadores del Campo de Golf por parte de la Ciudad Autónoma

El Juzgado de lo Social de Melilla dictó sentencia favorable este martes para los tres trabajadores del Campo de Golf de Melilla, despedidos “injustamente” por la Ciudad Autónoma el pasado 31 de marzo de 2020. De este modo, el greenkeeper José María López López, y sus dos caddie master, Oliver Sánchez Vargas y David Pérez Fernández, tendrán que ser readmitidos en sus puestos de trabajo como empleados públicos, tras ser declarados nulos sus despidos. La situación personal de los tres profesionales del mantenimiento del Campo de Golf ha sido alarmante, ya que han estado prácticamente en paro durante todo este año, después de 14 años de gran dedicación y profesionalidad en la instalación deportiva, aunque afortunadamente se ha visto paliada en algo tras ser contratados en los últimos tres meses por el presidente de la Federación Melillense de Golf, Enrique Bohórquez López-Dóriga, a la espera de que el Juzgado de lo Social dictara sentencia, como así ocurrió en el día de ayer.

Dañados en su salud
Pese a que la sentencia ha sido favorable, José María López López, Oliver Sánchez y David Pérez se han visto dañados con esta grave situación, muy especialmente uno de ellos, en tratamiento médico, con unos cuadros de tensión alta por estrés, motivado por los nervios.
José María López se mostró muy contento por la sentencia favorable, ya que deberán ser readmitidos en sus puestos. “El despido ha sido declarado nulo, con readmisión con carácter inmediato, aunque ahora lo más importante es que volvemos a trabajar con los tiempos que corren, con esta maldita pandemia, y durante todo este año lo hemos pasado muy mal”.
También se alegra enormemente por sus compañeros Oliver Sánchez y David Pérez, que al igual que él han vivido una auténtica pesadilla. “Los tres hemos sufrido bastante, pero uno de mis compañeros ha tenido inluso unos cuadros de tensión alta por estrés, motivado por los nervios, empeorando su situación porque veía que el juicio se ha retrasado un año por la pandemia, aunque afortunadamente la espera ha valido la pena, pero el sufrimiento no hay quien nos lo quite, pues repito, lo hemos pasado muy mal”.
Pese a estos duros momentos, se mostró muy agradecido a Enrique Bohórquez. “Nos ha ayudado mucho, ha sido como un padre y se ha desvivido por nosotros, además de contratarnos durante estos tres meses, cuando lo estábamos pasando muy mal, encerrados en casa y sin trabajo, con enfermedades incluidas”.
En este sentido, indicó que la pandemia le ha afectado muy negativamente, pues tras ser despedido por la Ciudad Autónoma le salió un trabajo en Sevilla, aunque solo pudo trabajar un mes por el Covid-19. “Me puse malo y tuve que regresar, estando un mes sin poder salir a la calle, por lo que perdí otro buen trabajo”.
No obstante, indicó que la pesadilla parece que ha terminado, aunque lo más importante para él es el bien de su familia. “En casa, estamos todos muy contentos y le damos las gracias a mucha gente, que nos ha apoyado. El juez ha dictado sentencia y este caso, creo yo, se ha hecho justicia”.
Para finalizar, dejó claro que cuando Enrique Bohórquez se hizo cargo de la gestión del Campo de Golf, “nosotros ya estábamos contratados en la instalación deportiva” y desde entonces “hemos estado ininterrumpidamente trabajando, en mi caso desde 2007, hasta que la Ciudad Autónoma nos despidió el pasado año”.

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Antonio Calderay

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