La Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad está sopesando la posibilidad de arreglar las fuentes de agua potable que hay en diferentes zonas de la ciudad, debido a que son objeto de vandalismo y por el elevado coste que supone su mantenimiento, además de las pérdidas de agua que se producen cuando alguien rompe alguno de los grifos. “Vamos a darle una vuelta”, apuntó el consejero, Hassan Mohatar.
No obstante, confió en que, con la construcción del cuarto módulo de la desaladora, que no estará listo hasta dentro de dos años, ya no sean necesarias estas fuentes por la calidad del agua que saldrá del grifo.