La tercera pata de las ayudas a empresas y autónomos es la que representa los fondos propios de la Ciudad Autónoma, que tiene ya prácticamente cerrado el borrador de la línea 6, que está pendiente de los informes jurídicos, y ya se le ha hecho llegar también a la CEME-CEOE para cerrarlo de manera conjunta una vez analizadas las propuestas. La idea es que la semana que viene pueda pasar por el Consejo de Administración de Promesa para su aprobación definitiva.
La Ciudad Autónoma aportará con sus fondos propios alrededor de 5,5 millones de euros para ayudar a todas las empresas y autónomos, excepto los de los sectores considerados esenciales, que “no se han visto afectados de forma tan directa como otros sectores por esta crisis sanitaria”. De este modo, quedarán exceptuados de estas ayudas el comercio de alimentación, farmacias y otros de actividad sanitaria.
Según explicó Almansouri, habrá una cuantía fija en las ayudas de 2.500 euros para todos los solicitantes que cumplan con los requisitos, y 300 euros por cada trabajador a jornada completa y contrato indefinido. Serán 200 euros si tienen otro tipo de contrato.
El límite será de 30.000 euros por autónomo y empresa, aunque se podrá aumentar en función de la incidencia de la pandemia, la posibilidad de acceso a ayudas anteriores y por unos coeficientes que dependerán del sector al que pertenezca la empresa.
La consejera de Hacienda aprovechó su comparecencia para poner de relieve el “importante esfuerzo” realizado por la Ciudad Autónoma para ayudar a las empresas afectadas por la pandemia. Según dijo, es “infinitamente superior” ese esfuerzo al realizado por otras regiones, que van a empezar ahora a conceder dichas subvenciones, cuando en Melilla “llevamos tramitándolas desde 2020”, recordó.
