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CARTA DEL EDITOR

Vivir en la desinformación absoluta

José Ortega y Gasset escribió en El Imparcial, el 31 de mayo de 1911, un artículo muy curioso: “La ignorancia del Rif. Melilla como posibilidad”. / Hay muchos políticos, en Melilla, que no valen para esos menesteres en los que andan metidos. Pero no son tan listos como Sancho Panza, no se dan cuenta y siguen, y siguen, para desesperación de los gobernados./ Decía Oriana Fallaci que hay dos tipos de fascismo: el fascismo y el antifascismo. A Hassan Mohatar, diputado melillense, portavoz de CpM y vicepresidente segundo del Gobierno, lo conozco desde hace mucho, pero no lo conozco mucho. Sé que aguanta muchas broncas de su jefe y me parece una buena persona. Pero lo que ha declarado sobre Juan José Imbroda es feo, contraproducente para su partido, torpe, inapropiado, fácilmente rebatible y, ademas, delictuoso: mandar a alguien a dar de comer a las palomas al parque, habiendo él prohibido hacerlo. Conclusión benigna: a Hassan, ademas de todos los calificativos anteriores, le cabe el de ignorante desinformado.

Sancho, la política y no saber irse
Sancho gobernó, durante días, en una ínsula, una isla imaginaria, Barataria. Una broma de unos nobles aragoneses a la famosa pareja El Quijote-Sancho, que concluye con una sátira de la ambición y la amarga conclusión de que un gobierno perfecto y justo no pasa de ser una utopía. Gobernar una ínsula era el sueño, la suprema ambición de Sancho, pero que un médico -para cuidarle- le impida comer lo que quiera, que aparezcan presuntas amenazas contra su vida y advertencias imaginadas de revoluciones, convencen al gobernador Sancho de que su sueño no puede cumplirse, que él no vale para tales menesteres y se despide, con un muy sentido discurso, de sus gobernados. (“Para leer a Cervantes”, de Martín de Riquer). Hay muchos políticos, en Melilla especialmente, que no valen para esos menesteres en los que andan metidos. Pero no son tan listos como Sancho Panza, no se dan cuenta y siguen, y siguen, para desesperación de los gobernados.

Lo que pudo ser y no es
José Ortega y Gasset escribió en El Imparcial, el 31 de mayo de 1911, un artículo muy curioso: “La ignorancia del Rif. Melilla como posibilidad”. El Rif -decía- junto al cual se ha realizado toda la historia occidental -no un pueblo remoto, perdido, sumido en medio de monstruoso clima e indomables montañas, sino ahí al lado, nuestro vecino- es uno de los pedazos de tierra que quedan por descubrir. ¿Cómo es esto posible?. Hay un pueblo, España, en el cual se habla con frecuencia de los derechos históricos que sobre Marruecos le competen, y especialmente sobre las costas del Magreb…El Rif se halla en la costa mediterránea marroquí; España posee sobre él un derecho histórico y una obligación secular …una de las misiones más claras y elementales que la historia le propone y que ha dejado incumplida: la europeización de Africa desde Túnez a las Canarias y el Sahara. Cita Ortega: “Melilla está situada como ningún otro pueblo de la costa de Marruecos para servir de capital a un poderoso comercio interior”. Y recurre a Otto C. Artbauer: “Si los españoles fueran más discretos, más pacientes y enérgicos, podía Melilla acaparar todo el comercio entre el Estrecho de Gibraltar y la capital argelina”. Muy, muy interesante pensar sobre lo que Melilla pudo ser… y no es. Triste, muy triste, el contraste.

Desinformación
Solo sé que no sé nada. Infinitas veces se ha repetido esa frase, atribuida por Platón a Sócrates y siempre útil. Ahora la leo escrita por Luis Ventoso en el ABC: “Mucha gente vive ajena a la actualidad, viven en la desinformación absoluta … El hecho de que muchos ciudadanos renuncien a informarse para poder tomar decisiones electorales… genera que los políticos renuncien a tomar medidas necesarias si pueden parecer antipáticas, como la de parar AstraZeneca contra el criterio de todos los científicos… Leer un periódico, aunque solo sea 20 minutos al día marca una diferencia: la que media entre un ciudadano informado y un ignorante movido por el viento del griterío”. Los gobernantes, aunque declaren lo contrario, prefieren que los ciudadanos no sepan nada y la desinformación absoluta es el camino que eligen e imponen. Con bastante éxito (para ellos) y bastante desgracia (para nosotros).

Hoy como ayer
Mi Carta del Editor del 14 de abril de 1997 (hace 24 años) se titulaba: “Aberchán, Marruecos y el V Centenario”. Ayer, hace 24 años, ya estaba en contra de la conmemoración del V Centenario de la fundación de Melilla. Hoy lo está de la defensa de Melilla ante el ataque del sultán marroquí del 19/3/1775 o de la llegada de La Legión para salvar a Melilla del ataque de Abdelkrim el 24/7/1921. ¿Para complacer a Marruecos, por motivos religiosos? Preguntas inevitables que los hechos protagonizados por el partido que dirige Aberchán no ayudan a responder favorablemente.

Posdata
Decía Oriana Fallaci, esa gran luchadora, que hay dos tipos de fascismo: el fascismo y el antifascismo. Ahora, desaparecido y prohibido el fascismo en todos los países, predomina el segundo tipo de fascismo, el antifascismo, más numeroso y no menos nocivo que el primer tipo.

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Enrique Bohórquez López-Dóriga

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