El Gobierno de España estaba en ese entonces en manos del PSOE de Zapatero. Su delegado en Melilla era Gregorio Escobar, que hoy es vicepresidente de la Autoridad Portuaria. Y Coalición por Melilla, en parte, también estaba con la cabeza metida tanto en la Delegación como en la propia Autoridad Portuaria, porque era socio político del PSOE en aquella época, entre 2008 y 2011 La Estación Marítima de Melilla va camino de los 13 años de su inauguración. Las obras se pusieron en marcha hace ya más de tres lustros. Y es ahora, con todo lo que ha llovido desde entonces, cuando está levantando una enorme polvareda a raíz de la auditoría encargada por la Autoridad Portuaria, de la que no sabemos quién la ha hecho ni por cuánto dinero porque no se ha informado de ello pese a que los periodistas, el día que fue presentada, lo preguntaron.
Probablemente, el objetivo de no facilitar demasiados datos era que la prensa se fijara únicamente en las conclusiones que interesaba dar: un sobrecoste, una pérdida de calidad en las calidades y un aumento del plazo de ejecución, según la auditoría de autoría desconocida. Todo ello, enmarcado en un adjetivo, “conclusiones demoledoras”, que se repitió varias veces durante la comparecencia.
Este Periódico preguntó en aquella rueda de prensa cómo era posible que hubiera pasado todo aquello que decía la auditoría, cuando por encima de la Autoridad Portuaria hay otros organismos, como Puertos del Estado, Ministerio de Fomento y el propio Gobierno central, a los que se supone un rigor a la hora de velar por el buen uso y destino de los fondos públicos. No hubo respuesta. Y eso que la pregunta fue reiterada por otro medio.
No es una cuestión baladí, pues hace saltar las alarmas sobre una ineficacia de los sistemas de control establecidos, que no son pocos, por cierto. En este caso, además, es de suponer que serían dobles, ya que el presupuesto no era solo estatal, sino también provenía buena parte de fondos europeos. Si hubo intervención de España y de Europa fue en vano, según la auditoría encargada ahora, más de una década después, a no sabemos quién, porque no nos lo han dicho. Esto es, quizá, más preocupante que la presunta corruptela que Coalición por Melilla nos anuncia en este asunto a bombo y platillo, porque si fuera verdad lo que nos están diciendo, quién asegura que este caso es el único en el que, supuestamente, el dinero público no se ha utilizado como debía utilizarse.
El Gobierno de España estaba en ese entonces en manos del PSOE de Zapatero. Su delegado en Melilla era Gregorio Escobar, que hoy es vicepresidente de la Autoridad Portuaria. Y Coalición por Melilla, en parte, también estaba con la cabeza metida tanto en la Delegación como en la propia Autoridad Portuaria, porque era socio político del PSOE en aquella época, entre 2008 y 2011, y, en virtud de ese pacto, su diputado Abdelrahem Sellam era representante de la Administración General del Estado en el Consejo de Administración del Puerto, hasta que fue cesado tras ser detenido.
Si de verdad hubo corrupción en la construcción de la Estación Marítima, que haya consecuencias judiciales para quienes fueron responsables. No puede ser de otra forma. Pero una cosa es eso, y otra que nos quieran contar la historia de una manera interesada, obviando detalles que quizá muchos no recuerdan o ni siquiera saben por el tiempo transcurrido desde entonces.
El PSOE, que estaba en el Gobierno, no ha dicho nada al respecto. Y Coalición por Melilla, que entonces tenía opciones de ejercer control sobre unas obras de las que ahora recuerdan que criticaron mucho, no hizo nada tampoco. Venir ahora, cerca de 15 años después, a tirarse de los pelos de manera histriónica, es llegar un poco tarde. Tardanza que el partido de Aberchan también está teniendo para ir al juzgado a denunciar. Probablemente porque desde atriles públicos están dictando sentencia, como si una auditoría fuera un tribunal de Justicia.
