Hoy Domingo de Ramos, la Semana Santa de Melilla comenzaría a procesionar sus imágenes por las calles de la Ciudad, abriendo el camino al resto de hermandades durante estos días, la Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Flagelación y Nuestra Señora del Mayor Dolor, con la salida de Nuestro Señor Soberano del Poder “la Pollinica”, desde su parroquia, la Medalla Milagrosa, ubicada en el barrio de Batería Jota. Por segundo año consecutivo, los Sagrados Titulares se quedarán si procesionar estas calles, aunque a diferencia del año pasado, se podrán visitar en sus respectivas parroquias. Un año más, los Hermanos y la Junta de Gobierno de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Flagelación y Nuestra Señora del Mayor Dolor, de la Iglesia Medalla Milagrosa, de Batería Jota, vivirán con resignación no poder procesionar por las calles de Melilla sus imágenes de Culto en el día de hoy, Domingo de Ramos.
Durante estos días previos, han estado preparando los altares de culto, para que el Señor del Soberano Poder, comúnmente conocido como “La Pollinica” y la Madre Santísima de la Gracia y Esperanza, luzcan todo su esplendor en Domingo de Ramos, que aunque no procesionarán, por motivos que ya todos conocemos provocados por la pandemia, se abrirán las puertas de la Iglesia para todas las personas que quieran venir a rezarles.
El hermano Mayor de la cofradía, Roberto Vargas, afirma estar viviendo esta Semana Santa con mucha ilusión y ganas, que en comparación con la Semana Santa del año pasado, donde “todos estábamos encerrados sin poder celebrar nada”, este año, por el contrario, “aunque no se procesionen, podremos vivir la Semana Mayor venerando a nuestros Sagrados Titulares”, aunque serán en esta ocasión, los melillenses, los que para poder verlos, tengan que acercarse a la parroquia.
La nueva Junta de Gobierno ha arreglado y acondicionado la Casa Hermandad, toda la parte histórico artística de su patrimonio, así como los santos y sayos de las Vírgenes, la túnica del Señor del Soberano Poder, los estandartes, y techos de palio, que han sido guardados en armarios con cristaleras especiales para conservarlos.
Roberto Vargas, resaltó la importancia de este Patrimonio histórico artístico con los que cuentan las hermandades dentro del mundo cofrade que tenemos en esta Ciudad, haciendo un llamamiento a la Consejería de Cultura, para que entienda lo verdaderamente importante que es este Patrimonio y para que lo pongan en valor, “debería integrarse dentro de un Museo en Melilla”, añade, poniendo como ejemplo al Museo de la Hermandad de la Esperanza Macarena, de Sevilla, indicando que “es universal” y el más visitado de esa ciudad, aclarando que en Melilla, aunque en menor escala, las hermandades están realizando un gran esfuerzo para preservar ese Patrimonio, tan importante para la comunidad Cristiana y denunciando que las subvenciones que aporta la Administración Pública de Melilla cada vez son más escasas, cuando las cofradías no gastan menos por la pandemia, sino más, añadiendo que es un bulo lo que se comenta de que si no se sale a la calle en procesión no se gasta. “Se gasta más”, sentencia, “porque las cofradías estamos aprovechando este compás de espera obligado, para acondicionar, y poner en valor y preservar todos los enseres y demás patrimonio de este arte sacro”.
Durante los 80 años de historia cofrade de esta Hermandad, las tallas se han ido cambiado por otras “más realistas y con mejores materiales que conservarán mejor las tallas, como el cedro real. Roberto Vargas, nos comenta que en los años 90 la cofradía era bastante austera y no contaba con muchos medios económicos, por lo que decidieron encargar una talla de la Virgen de la Esperanza y otra de Nuestro Padre Jesús de la Flagelación, a una escuela sevillana de imaginería, concretamente a Juan Carlos García Ventura.
Las imágenes del Mayor Dolor y la Pollinica, fueron realizadas por Juan Carlos García Díaz, joven imaginero gaditano, asentado en Sevilla y con muy buena gubia y por último, se hizo el Resucitado, encargado a la escuela cordobesa, realizado por Enrique Ruiz Flores.
