Ramas de olivo y palmas trenzadas, adornadas con las mejores galas, símbolos del Domingo de Ramos, inicio de la Semana más importante de los cristianos. Días de oración envueltos en silencios y olor a incienso, alumbrados por la tenue luz de las velas.
Recuerdos de aquellas otras procesiones que viven en nuestro recuerdo. Tradiciones que guardamos como verdaderos tesoros y son transmitidas de una generación a otra.
Hoy rememoramos el inicio de la Semana Santa de 1954, gracias a lo publicado en El Telegrama del Rif de 13 de abril de 1954:
“La brillantísima procesión del Domingo de Ramos
Con brillantez extraordinaria que podemos afirmar superó a la de los anteriores años, se celebró el Domingo de Ramos, la tradicional procesión de “Nuestro Padre Jesús entrando en Jerusalén”, popularmente llamada de “La Pollinica”, con la que se conmemora la entrada triunfal de Nuestro Señor Jesucristo en la Ciudad Santa.
Quedó con ello inaugurada la Semana Santa melillense que en cada edición adquiere nuevos impulsos y mayor preponderancia, gracias al entusiasmo, a los afanes y al fervor que los miembros de las distintas cofradías ponen en su piadosísima labor, lo que está siendo compensado con una perfección en la obra que podemos ya calificar de absoluta, como quedó demostrado plenamente el pasado domingo en que el orden, el esplendor y la solemnidad del desfile procesional unido al creciente fervor religioso de los melillenses, fueron las características más acusadas del desfile del “paso” de “Nuestro Padre Jesús entrando en Jerusalén”.
El esfuerzo de los organizadores se vio compensado con la satisfacción que proporciona el éxito que tuvo su más fiel reflejo en los miles de personas que se concentraron tanto a la salida del “paso” de su sede de la Medalla Milagrosa en el barrio de Batería J, como en las calles del trayecto y muy especialmente en la Avenida del Generalísimo, cuyas aceras, balcones y azoteas se hallaban materialmente abarrotadas de fieles, por lo que dicha vía ofrecía un aspecto brillantísimo.
Puede decirse, que Melilla entera se concentró en la Avenida y calles próximas para presenciar el simpático desfile de los miles de niños que luciendo preciosas túnicas y tocados de la época y portando las simbólicas palmas, acompañaban al trono del Señor.
A las once en punto de la mañana y entre el fervor de miles de feligreses y repiques de las campanas del templo de la Medalla Milagrosa, se puso en marcha la comitiva que iba precedida por batidores del Regimiento de Transmisiones a caballo y la banda de trompetas y tambores de dicha Unidad.
A continuación marchaba una doble fila de niños vestidos con túnicas y tocados de la época, portadores de palmas. Seguían otros numerosísimos niños, asimismo portadores de palmas, y después, la banda de música del Tercio Gran Capitán Primero de La Legión, dirigida por su director el teniente don Julián Martínez García, que durante el trayecto interpretó una selección de composiciones religiosas.
Delante del “paso” figuraba en la comitiva una doble fila central de encantadores pequeñuelos ataviados de monaguillos y portadores de artísticas palmas, así como una columna de niñas con cestitos de flores.
Inmediatamente detrás iba el “paso” de Nuestro Padre Jesús entrando en Jerusalén”, que, como es sabido representa el momento en que el Hijo de Dios, sobre una pollinica hace su entrada triunfal en la Ciudad Santa, acompañado de San Pedro, y dos pequeñuelos.
El “paso”, que ofrece un maravilloso conjunto, constituye una meritísima obra de arte de la imaginería, siendo calurosamente elogiada. Daba escolta al trono una escuadra de fuerzas de La Legión.
Seguía al trono, el párroco de la Medalla Milagrosa y director espiritual de la Cofradía, R.P. don Matías Rojo Puente, y detrás de éste, la presidencia de la Cofradía de “La Pollinica”, integrada por el Hermano Mayor de la misma, Antonio Santiago Martínez, Mayordomo Antoñito Rivas Cárdenas y miembros de la Junta de Gobierno.
Inmediatamente iba la presidencia oficial formada por el Teniente Coronel don Guillermo Fábregas, en representación de S.E. el General Gobernador Militar, don Celestino Ruiz Sáenz de Santamaria; Comisario Jefe de la Policía, D. Eduardo Lozano Navarro, en la de S.E. el Delegado del Gobierno; señor Herrero Santamaría; teniente de Alcalde, don Sebastián Morales López, en la del Ilmo. señor Alcalde, señor de Benito Angulo, y en la del Jefe Regional del Movimiento, señor Requena Cañones; Secretario del Juzgado de Instrucción, don Antonio Medina Garijo, en la del Ilmo. señor Magistrado Juez de Instrucción, señor Giménez Ruiz; Liquidador de Utilidades, D. Vicente Cañelles, en la del Ilmo. señor Subdelegado de Hacienda, señor Fernández Muñoz, y Delegado del Frente de Juventudes, don Ildefonso Mancheño.
Otra presidencia, la formaban el Ilmo. Sr. Vicario Arcipreste don Antonio Segovia; Director del Colegio del Nuestra Señora del Carmen, Rvdo. Hermano Modesto José; Hermano Mayor de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Flagelación, don Antonio Rivas Ortuño; Hermano Mayor de la del Santísimo Cristo del Perdón y de la Fe, don Joaquín Fidel Alemán; Secretario de la misma, don Antonio Céspedes Requena; señor Bravo Gil, en representación de la Cofradía de la Vera-Cruz de Alhaurín el Grande; don Antonio San Martín Alvaredo, por la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Cautivo, y el señor Pérez Álvarez.
Una tercera presidencia la formaban los señores Herrera Bravo, Díaz de la Cortina, García Montiel, García Fernández, Aranda Mesa, Gallardo del Castillo y restantes miembros de la Junta de Gobierno de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Flagelación.
Cerraba el orden procesional una escuadra de gastadores y la banda de trompetas y tambores del Tercio Gran Capitán Primero de La Legión.
La comitiva recorrió las calles del itinerario señalado en nuestro número del domingo, que se hallaban engalanadas con profusión de colgaduras, recibiendo a su paso por las mismas el homenaje enfervorizado de millares de melillenses que procedentes de todos los lugares de la ciudad, se concentraron para presenciar el primer desfile procesional de nuestra Semana Santa.
A las dos de la tarde, aproximadamente, fue reintegrado el “paso” de “Nuestro Padre Jesús entrando en Jerusalem”, a su templo de la Medalla Milagrosa, lo que se hizo entre repique de campanas y a los acordes del Himno Nacional, interpretando por las bandas de música y de trompetas y tambores de La Legión y de trompetas y tambores del Regimiento de Transmisiones.
Por el brillantísimo éxito alcanzado en este primer desfile procesional de la Semana Santa melillense, iniciada con los mejores augurios, recibieron infinidad de felicitaciones los Hermanos de las Escuelas Cristianas del Colegio de Nuestra Señora del Carmen, Juntas de Gobierno de las Cofradías de “La Pollinica” y de Nuestro Padre Jesús de la Flagelación y cuantos han intervenido en los trabajos de organización de la procesión de que damos cuenta.”
Esta fue la primera salida procesional en aquella Semana Santa de 1954. En el periódico del 11 de abril, Domingo de Ramos, se anunciaba cual iba a ser el itinerario de esta cofradía:
“Calles del General Castaños, Marina Farinós, Teniente Coronel Avellaneda, Ibáñez Marín, Carlos de Arellano, Plaza de la Bandera de Marruecos, Luis de Sotomayor, Castillejos, O´Donnell, Granada, General Marina, Plaza de España, Avenida del Generalísimo, Plaza del Comandante Benítez, Pedro Antonio de Alarcón, Sor Alegría, Poeta Zorrilla, Plaza de San Juan Bautista de la Salle y Marina Farinós, hasta su templo.”
Un recorrido muy parecido al actual con la salvedad de ese magnífico procesionar por el interior del Parque Hernández que añade al cortejo mayor majestuosidad y belleza.
Segundo año que no podremos verla en nuestras calles por culpa de esta terrible pandemia. Sirvan pues estas líneas de ánimo a todas las cofradías de Melilla y de agradecimiento por la gran labor que realizan.
¡Feliz Semana Santa a todos!
