El pasado lunes, en la capilla de la Casa General de la Congregación de las Misioneras de Cristo Sacerdote, en las Rozas de Madrid, se celebró una Eucaristía de Acción de Gracias presidida por el Cardenal Arzobispo de Madrid D. Carlos Osoro, por el centenario del nacimiento de la Madre Fundadora, María Dolores Segarra (1921 – 2021), también por la promulgación del Decreto de Virtudes heroicas por su Santidad el Papa Francisco el pasado 29 de septiembre. Sus restos reposan debajo de la capilla, en la cripta, lugar hacia el cual, antes de la celebración, el Cardenal, junto con algunos sacerdotes, accedieron a rezar y encomendarse a ella.
La celebración fue retransmitida en directo a través de YouTube, de la cuenta de las Misioneras de Cristo Sacerdote, contando con la presencia de autoridades civiles como la del alcalde de las Rozas D. José de la Uz Pardos, religiosas de la Congregación y parte de la comunidad educativa del Colegio, así como algunos miembros del APA y de la Asociación Santa María de Las Rozas para la Cooperación Internacional, ya que por cuestiones de aforo y teniendo en cuenta las normas de sanidad, dada la situación en la que nos encontramos, no se ha podido extender a más personas.
El Arzobispo Carlos Osoro, durante la homilía, se refirió a la Madre Fundadora, diciendo “ensalzar a Dios es lo que quiso hacer la Madre María Dolores Segarra fundando esta Congregación que ahora ofrece la vida por los sacerdotes, ayuda en las parroquias, ayuda a que se construya, se viva, se difunda el Misterio de Cristo que se hace realidad en los sacerdotes”. “Su carisma no se entiende sin este paradigma de cuidar de verdad, desde el fondo al ser humano, a la persona”. “Este día en que recordamos a la fundadora de las Misioneras de Cristo Sacerdote, ellas, desde su carisma, quieren orar y ofrecer la vida por aquellos que, de alguna manera, tienen que hacer presente el misterio y el ministerio de Jesucristo Nuestro Señor. En este día, nosotros sentimos alegría del paso de esta mujer en esta vida”. «María Dolores es una mujer buena que no vivió para sí misma, vivió para acercar el gozo y la alegría que Dios da en la vida de los hombres. Una mujer excepcional”, añadió.
La Madre General, María Isabel Arias, agradeció a todos por su presencia. Se han tenido presentes a las hermanas de las comunidades que se encuentran en las diferentes partes de España y de Perú.
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